Por Gram Slattery y Max Hunder y Tom Balmforth
KIEV/WASHINGTON, 21 nov (Reuters) -Estados Unidos amenazó con recortar el intercambio de inteligencia y el suministro de armas a Ucrania para presionarla a aceptar el marco de un acuerdo de paz auspiciado por Washington, afirmaron dos personas conocedoras del asunto.
Washington presentó a Kiev un plan de 28 puntos que hace suyas algunas de las principales exigencias de Rusia en la guerra, entre ellas que Kiev ceda más territorio, reduzca el tamaño de su Ejército y abandone para siempre la esperanza de unirse a la OTAN.
Las fuentes, que pidieron mantenerse en el anonimato, dijeron que Kiev está bajo mayor presión de Washington que durante cualquier otra discusión de paz anterior, y que Estados Unidos quiere que Ucrania firme un marco del acuerdo antes del jueves.
Una delegación de altos cargos militares estadounidenses se reunió el jueves en Kiev con el presidente Volodímir Zelenski. El embajador de Estados Unidos en Ucrania y el jefe de asuntos públicos del Ejército que viajó con la delegación describieron la reunión como un éxito y dijeron que Washington busca un “calendario agresivo” para la firma de un documento entre Estados Unidos y Ucrania.
Zelenski, que mantuvo una llamada telefónica el viernes con los líderes de sus aliados Reino Unido, Alemania y Francia, pareció cuidadoso de no rechazar el plan de Estados Unidos ni de ofender a los estadounidenses.
“Valoramos los esfuerzos de Estados Unidos, del presidente (Donald) Trump y de su equipo encaminados a poner fin a esta guerra. Estamos trabajando en el documento preparado por la parte estadounidense. Debe ser un plan que garantice una paz real y digna”, comentó.
Los líderes europeos, que no fueron consultados sobre el plan de 28 puntos, expresaron su firme apoyo a Kiev. El propio plan europeo consta de dos puntos, dijo la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas: debilitar a Rusia y apoyar a Ucrania.
Funcionarios estadounidenses defendieron el plan diciendo que fue redactado tras consultas con Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, un estrecho aliado de Zelenski que fue ministro de Defensa hasta julio.
“Este plan se elaboró inmediatamente después de las conversaciones con uno de los miembros de más alto rango del Gobierno del presidente Zelenski, Rustem Umerov, que estuvo de acuerdo con la mayor parte del plan, después de hacer varias modificaciones, y se lo presentó al presidente Zelenski”, dijo un alto cargo estadounidense.
No obstante, Umerov indicó el viernes que no discutió los términos del plan, y mucho menos los aprobó.
“Durante mi visita a Estados Unidos, mi papel fue técnico: organizar reuniones y preparar el diálogo. No realicé ninguna evaluación ni, mucho menos, aprobación de ningún punto. Esto no entra dentro de mis atribuciones y no corresponde al procedimiento”, escribió en Telegram.
Zelenski, que se reunió en la víspera con una delegación del Ejército estadounidense, reconoció haber recibido el plan, pero no comentó de forma directa su contenido.
“Nuestros equipos -Ucrania y Estados Unidos- trabajarán en los puntos del plan para poner fin a la guerra”, escribió Zelenski durante la noche en Telegram. “Estamos dispuestos a un trabajo constructivo, honesto y rápido”.
Tras reunirse el viernes con una delegación estadounidense de visita, Umerov afirmó que Kiev no aceptará un plan que viole su soberanía.
El Kremlin aseguró que no ha recibido nada oficial de Estados Unidos sobre un plan de paz de 28 puntos para Ucrania. Kiev debe tomar una “decisión responsable”, y hacerlo ya, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
CLARIDAD CON RUSIA, VAGUEDAD CON UCRANIA
El plan, una copia del cual fue revisada por Reuters, incluye términos que los funcionarios ucranianos ya rechazaron antes como equivalentes a la rendición después de que sus soldados repelieron una invasión rusa a gran escala durante casi cuatro años a un costo enorme.
Exigiría que Ucrania se retire del territorio que aún controla en sus provincias orientales que Rusia afirma haberse anexado, mientras que Moscú cedería pequeñas cantidades de tierra que ha capturado en otras regiones.
Ucrania quedaría excluida de forma permanente de la alianza militar de la OTAN y sus fuerzas armadas tendrían un límite de 600.000 soldados. Asimismo, la OTAN se comprometería a no estacionar nunca tropas allí.
Las sanciones contra Rusia se levantarían de manera gradual, Moscú volvería a ser invitado a formar parte del grupo de países industrializados del G8 y los activos rusos congelados se agruparían en un fondo de inversión del que Washington recibiría parte de los beneficios.
Una de las principales demandas de Ucrania, garantías de seguridad equivalentes a la cláusula de defensa mutua de la OTAN para disuadir a Rusia de atacar de nuevo, se trata en una sola línea sin detalles: “Ucrania recibirá sólidas garantías de seguridad”.
La aceleración de la diplomacia estadounidense se produce en un momento en el que las tropas ucranianas están en retirada en el campo de batalla y el Gobierno de Zelenski se ha visto minado por un escándalo de corrupción. El Parlamento destituyó el miércoles a dos ministros del gabinete.
Con la llegada del cuarto invierno boreal de la guerra, las tropas rusas ocupan casi una quinta parte de Ucrania y han ido avanzando lentamente a lo largo de una línea de frente de 1.200 kilómetros.
Rusia anunció que tomó el control de la ciudad de Kupiansk, en el noreste de Ucrania, y de la mayor parte de Pokrovsk, en el este, sus primeros grandes premios en casi dos años. Kiev lo niega, pero reconoció que Rusia está avanzando.
(Reporte adicional de Olena Harmash, Yuliia Dysa y Dan Peleshuk; escrito por Peter Graff; editado en español por Jorge Ollero y Carlos Serrano)














