Por Ricardo Brito y Luciana Magalhaes
BRASILIA, 22 nov (Reuters) -El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue puesto bajo custodia de la policía federal el sábado, antes de una vigilia planeada por sus partidarios cerca de su casa, poniendo fin a meses de arresto domiciliario mientras apela una condena del Supremo Tribunal Federal por planear un golpe de Estado.
El juez del Supremo Alexandre de Moraes ordenó la detención en una decisión judicial, a la que tuvo acceso Reuters, citando el riesgo de que los partidarios acampados obstaculicen la vigilancia policial del arresto domiciliario de Bolsonaro. También señaló pruebas de manipulación del monitor de tobillo del exmandatario la noche anterior.
Los abogados de Bolsonaro confirmaron la detención, citando la vigilia planeada como la razón principal de la decisión de De Moraes y señalando que planean presentar una “apelación apropiada”. Un representante de la policía federal dijo que Bolsonaro se sometió a exámenes de admisión de custodia en Brasilia más temprano en la jornada.
“El tumulto causado por una reunión ilegal de los partidarios del convicto tiene una fuerte posibilidad de poner en riesgo el arresto domiciliario y otras medidas cautelares, permitiendo su eventual fuga”, escribió el juez De Moraes en su decisión ordenando la detención el sábado.
El magistrado citó pruebas de que Bolsonaro había considerado previamente pedir asilo en la embajada argentina en Brasilia. Uno de sus hijos y otros aliados cercanos han huido de Brasil para evitar el alcance de los tribunales nacionales, señaló De Moraes en su decisión.
En un comunicado, los abogados de Bolsonaro dijeron que su detención causó “profunda perplejidad”, señalando que lo que sería una “vigilia de oración” está garantizada por la Constitución brasileña bajo el derecho a la libertad religiosa.
“Pese a afirmar la ‘existencia de indicios muy serios de una posible fuga’, el hecho es que el expresidente fue detenido en su casa, con un monitor electrónico en el tobillo y bajo vigilancia policial”, agregaron.
El lunes, la decisión de De Moraes será sometida a un panel del Supremo para su confirmación.
El exmandatario derechista fue condenado en septiembre a 27 años y tres meses de prisión por planear un golpe de Estado tras perder las elecciones presidenciales de 2022 ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro fue identificado como el líder y principal beneficiario de un plan para impedir que Lula asumiera el poder en 2023. Sin embargo, los tribunales aún no han emitido una orden de arresto definitiva en ese caso, ya que Bolsonaro no ha agotado el proceso de apelación.
Desde hace más de 100 días, Bolsonaro se encuentra bajo estricto arresto domiciliario por violar medidas cautelares en una causa separada por buscar supuestamente la injerencia de Estados Unidos para frenar la causa penal en su contra.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que mantenía una relación de amistad con Bolsonaro cuando ambos gobernaban, calificó el caso de “caza de brujas”. Impuso sanciones a De Moraes y un arancel del 50% a las importaciones de varios productos brasileños, que comenzó a revertir este mes.
Mientras estaba bajo arresto domiciliario, Bolsonaro tenía prohibido usar las redes sociales, pero recibía visitas de aliados políticos.
Su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, hizo un llamado en las redes sociales para que sus partidarios se reunieran frente al condominio de su padre en Brasilia el sábado por la noche.
“Los invito a venir a luchar con nosotros”, dijo en un video. “Con su fuerza, la fuerza del pueblo, lucharemos y rescataremos a Brasil”.
Si sus apelaciones no tienen éxito, se espera que la defensa de Bolsonaro pida permiso para que cumpla su condena de casi tres décadas bajo arresto domiciliario, alegando varios problemas de salud.
(Reporte adicional de Isabel Teles; editado en español por Carlos Serrano)











