Por Nidal al-Mughrabi y Alexander Cornwell
EL CAIRO/JERUSALÉN, 24 nov (Reuters) -Las fuerzas israelíes mataron el lunes a tres palestinos en Gaza cerca de la línea que delimita las zonas de control israelí, lo que pone de relieve la lucha por ampliar un frágil acuerdo de alto el fuego aprobado hace más de seis semanas y aclamado en todo el mundo.
Según los médicos palestinos, los incidentes del lunes se produjeron cuando un avión no tripulado israelí disparó un misil contra un grupo de personas al este de Jan Yunis, matando a dos e hiriendo a otro, y cuando un proyectil de tanque mató a una persona en la parte oriental de la ciudad de Gaza.
El ejército israelí dijo que había disparado tras identificar a lo que denominó “terroristas” que cruzaban la llamada línea amarilla y se acercaban a sus soldados, lo que suponía una amenaza inmediata para ellos.
El grupo miliciano palestino Hamás e Israel firmaron el 9 de octubre una tregua que ponía fin a dos años de guerra devastadora, pero el acuerdo dejaba las disputas más intratables para posteriores conversaciones, congelando el conflicto sin resolverlo.
Desde entonces, ambas partes se han acusado mutuamente de incumplimientos mortales de los compromisos existentes en el acuerdo y de oponerse a los pasos posteriores exigidos por el plan de paz de 20 puntos para Gaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Ministerio de Sanidad de Gaza dijo el lunes que al menos 342 palestinos habían muerto por fuego israelí desde el inicio de la tregua. Israel dice que tres de sus soldados han muerto por disparos de milicianos en el mismo período.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas respaldó formalmente el plan de Trump, que prevé un Gobierno palestino tecnocrático provisional en Gaza, supervisado por una “junta de paz” internacional y respaldado por una fuerza de seguridad internacional.
El plan de Trump también exige la reforma de la Autoridad Palestina, en Cisjordania, ocupada por Israel.
NEGOCIACIONES
El ex primer ministro británico Tony Blair, que ayudó a Estados Unidos a desarrollar el plan y de quien Trump ha dicho que podría unirse a la junta de paz, se reunió el domingo en Cisjordania con el líder adjunto de la Autoridad Palestina, Huseín al-Sheikh.
Sheikh dijo en una publicación en las redes sociales que habían discutido los acontecimientos tras la resolución del Consejo de Seguridad y los requisitos para la autodeterminación palestina.
Mientras tanto, una delegación de Hamás en El Cairo, encabezada por su jefe en el exilio, Jalil al-Haya, mantuvo conversaciones con responsables egipcios para explorar la siguiente fase del alto el fuego, según Hazem Qasem, portavoz de Hamás en Gaza.
Qasem reconoció que el camino hacia la segunda fase del alto el fuego era complejo y dijo que el grupo islamista había comunicado a Egipto, mediador en el conflicto, que las violaciones israelíes estaban socavando el acuerdo.
Acordar la composición y el mandato de la fuerza internacional de seguridad ha sido especialmente difícil.
Israel ha dicho que la fuerza multinacional debe desarmar a Hamás, un paso al que el grupo se ha resistido hasta ahora sin la creación de un Estado palestino, que el plan de Trump contempla a grandes rasgos como la etapa final, pero que Israel ha descartado. Qasem dijo que la fuerza debe tener un papel en mantener a los militares de Israel alejados de los civiles palestinos.
“La incertidumbre es total; los estadounidenses no han presentado un plan detallado. No está claro qué tipo de fuerzas, cuáles son sus tareas, cuáles son sus funciones y dónde estarán estacionadas”, dijo un representante palestino cercano a las conversaciones de El Cairo que habló a condición de no ser identificado.
“Cualquier despliegue de fuerzas sin una vía política, sin un entendimiento con todas las facciones y poderes palestinos en Gaza, complicaría aún más las cosas”.
(Información de Nidal al-Mughrabi en El Cairo y Alex Cornwell en Jerusalén; redacción de Angus McDowall; edición de Mark Heinrich; editado en español por Patrycja Dobrowolska)











