FRÁNCFORT, 16 ene (Reuters) -El Banco Central Europeo (BCE) debe bajar los tipos de interés de forma prudente y gradual, pero es probable que siga relajando su política monetaria ante el debilitamiento de las presiones sobre los precios, concluyeron los responsables de política monetaria el mes pasado, según las conclusiones de su reunión de los días 11 y 12 de diciembre publicadas el jueves.
El BCE recortó los tipos de interés por tercera vez consecutiva en diciembre y afirmó que podrían producirse nuevas reducciones, ya que la inflación podría alcanzar el 2% a mediados de año, aunque el calendario y el ritmo de los recortes de tipos seguían siendo objeto de debate.
“Este enfoque prudente sigue estando justificado a la vista de las incertidumbres existentes”, dijo el BCE en sus actas, que mostraron un apoyo unánime a un recorte de 25 puntos básicos tras un breve debate sobre un recorte mayor.
“No obstante, si se confirmaban las proyecciones básicas de inflación para los próximos meses y trimestres, se consideraba apropiado reducir gradualmente la restricción de la política monetaria”.
Ahora que la economía apenas crece, la atención del BCE se ha desplazado desde el crecimiento excesivo de los precios a una actividad anémica y un número creciente de dirigentes monetarios abogan ahora por bajar los tipos al menos hasta un nivel que deje de frenar el crecimiento económico.
Sin embargo, los responsables de política monetaria subrayaron que debían superarse más “puntos de control” antes de concluir que la inflación está realmente vencida, por lo que necesitaban mantener la opcionalidad y evitar comprometerse con un movimiento concreto de los tipos.
Por eso eliminaron una referencia a la necesidad de mantener los tipos “suficientemente restrictivos” sin añadir una nueva orientación, según las actas.
Aunque hubo un ligero impulso a favor de un recorte de tipos mayor, de 50 puntos básicos, dadas las débiles perspectivas de crecimiento, los dirigentes monetarios concluyeron que muchas de las dificultades eran de naturaleza estructural y que la política monetaria no podía resolverlas.
Los responsables de política monetaria también adoptaron un punto de vista matizado sobre el llamado tipo neutral, que ni frena ni estimula el crecimiento.
Varios dirigentes monetarios sostienen desde hace tiempo que este nivel debería ser el próximo objetivo, pero no existe una medición fiable de dicho tipo y está sujeto a estimaciones muy diversas.
“Aunque el tipo de interés natural o neutral era un concepto analítico útil, las estimaciones disponibles sólo podían ser un indicador aproximado del carácter restrictivo de la política monetaria”, dijo el BCE.
“Era necesario un enfoque gradual que permitiera evaluar si los tipos de interés oficiales habían alcanzado un nivel ampliamente neutral”, concluían las cuentas.
Los economistas sitúan el tipo neutral entre el 2% y el 2,5%, pero otras estimaciones se sitúan entre el 1,75% y el 3%.
La próxima reunión del BCE se celebrará el 30 de enero y los inversores ya han descontado otro recorte de 25 puntos básicos en su tipo de depósito del 3,00%.
Se prevé que el tipo de referencia siga bajando a lo largo del año hasta situarse en el 2% a finales de 2025.
(Información de Balazs Koranyi; edición de William Maclean y Toby Chopra; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)