Por Vladimir Soldatkin y Andrew Osborn
MOSCÚ, 17 ene (Reuters) -El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, firmaron el viernes un tratado de asociación estratégica de 20 años que implica una cooperación más estrecha en materia de defensa y que probablemente preocupe a Occidente.
Pezeshkian, en su primera visita al Kremlin desde que obtuvo la presidencia el pasado julio, saludó la firma como un nuevo capítulo importante en las relaciones de ambos países, mientras que Putin dijo que Moscú y Teherán tenían muchos puntos de vista en común sobre asuntos internacionales.
“Este (tratado) crea mejores condiciones para la cooperación bilateral en todos los ámbitos”, dijo Putin, haciendo hincapié en las ventajas para los lazos económicos y el comercio, que, afirmó, se lleva a cabo principalmente en las monedas de los dos países.
“Necesitamos menos burocracia y más acciones concretas. Sean cuales sean las dificultades creadas por otros, seremos capaces de superarlas y avanzar”, añadió Putin, refiriéndose a las sanciones occidentales impuestas a ambos países.
Putin dijo que Rusia informaba regularmente a Irán de lo que ocurría en el conflicto de Ucrania y que ambos se consultaban estrechamente sobre los acontecimientos en Oriente Medio y la región del Cáucaso sur.
Rusia e Irán eran los principales aliados militares del presidente sirio Bashar al-Asad, quien huyó a Moscú tras ser derrocado el mes pasado. Occidente también acusa a Irán de suministrar misiles y drones para los ataques rusos contra Ucrania. Moscú y Teherán afirman que sus lazos, cada vez más estrechos, no van dirigidos contra otros países.
Putin afirmó que las obras de un posible gasoducto para llevar gas ruso a Irán avanzaban a pesar de las dificultades y que, pese a los retrasos en la construcción de nuevos reactores nucleares para Irán, Moscú estaba abierto a asumir potencialmente más proyectos nucleares.
Pezeshkian, cuyas palabras fueron traducidas por la televisión estatal rusa, afirmó que el tratado crearía buenas oportunidades y demostraba que Moscú e Irán no necesitaban hacer caso de la opinión de lo que él denominó “países al otro lado del océano”.
“Los acuerdos que hemos alcanzado hoy son un estímulo más para la creación de un mundo multipolar”, afirmó.
Moscú ha cultivado lazos más estrechos con Irán y otros países hostiles a Estados Unidos, como Corea del Norte, desde el inicio de la guerra de Ucrania, y ya tiene pactos estratégicos con Pionyang y su estrecho aliado Bielorrusia, así como un acuerdo de asociación con China.
Los detalles inmediatos del acuerdo de 20 años entre Rusia e Irán no estuvieron disponibles, pero no se esperaba que incluyera una cláusula de defensa mutua del tipo de las selladas con Minsk y Pionyang. Sin embargo, es probable que siga preocupando a Occidente, que ve a ambos países como influencias malignas en la escena mundial.
Ninguno de los dos líderes mencionó la cooperación en materia de defensa durante su conferencia de prensa en el Kremlin, pero autoridades de ambos países habían dicho anteriormente que parte del pacto se centraba en la defensa.
(Información de Vladimir Soldatkin, Andrew Osborn, Dmitry Antonov, Maxim Rodionov, Mark Trevelyan, Filipp Lebedev y Darya Korsunskaya; escrito por Andrew Osborn; edición de Angus MacSwan y Peter Graff; editado en español por Natalia Ramos y Benjamín Mejías Valencia)