Trump jura cargo por segunda vez, dice que fue “salvado por Dios” para rescatar a EEUU

Por David Morgan, Gabriella Borter, Jeff Mason y Joseph Ax

WASHINGTON, 20 ene (Reuters) -Donald Trump prometió rescatar a Estados Unidos de lo que describió como años de traición y decadencia en su discurso de investidura el lunes, dando prioridad a la represión de la inmigración ilegal y presentándose como un salvador nacional elegido por Dios.

“En primer lugar, declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur”, afirmó. “Se detendrá de inmediato toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de delincuentes extranjeros a los lugares de donde vinieron”.

El discurso se hizo eco de muchos de los asuntos que sonaron en su primera toma de posesión en 2017, cuando habló oscuramente de la “carnicería estadounidense” del crimen y una pérdida de empleos que, según dijo, había asolado al país.

Con la mano sobre una Biblia en el interior del Capitolio, Trump prestó juramento a las 12.01 hora local (1701 GMT) para “preservar, proteger y defender” la Constitución, en presencia del presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Su vicepresidente, JD Vance, prestó juramento justo antes que él.

Trump tiene la intención de firmar varios decretos en sus primeras horas como presidente, dijeron funcionarios entrantes de la Casa Blanca, incluidas 10 centradas en la seguridad fronteriza y la inmigración, su máxima prioridad.

Además de declarar una emergencia, el mandatario enviará tropas armadas a la región y reimpondrá una política que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México sus citas judiciales en Estados Unidos, dijeron funcionarios a la prensa.

También tratará de poner fin a la llamada ciudadanía por derecho de nacimiento para los niños nacidos en Estados Unidos cuyos padres carecen de estatus legal, una medida que algunos juristas han dicho que sería inconstitucional.

La toma de posesión completa un regreso triunfal para un disruptor político que sobrevivió a dos juicios de destitución, una condena por un delito grave, dos intentos de asesinato y una acusación por intentar anular su derrota electoral de 2020.

“El viaje para recuperar nuestra república no ha sido fácil, eso puedo decírselo”, dijo Trump, antes de referirse a la bala asesina que le rozó la oreja en julio. “Fui salvado por Dios para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”.

La ceremonia se celebró dentro del Capitolio por el frío extremo, cuatro años después de que una turba de partidarios de Trump irrumpió en el símbolo de la democracia estadounidense en un intento infructuoso de impedir su derrota frente al demócrata Joe Biden.

Biden y la vicepresidenta saliente, Kamala Harris, que perdió ante Trump en noviembre, estuvieron presentes en el acto, junto con los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton. La ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que perdió ante Trump en 2016, llegó con su marido Bill, pero la esposa de Obama, Michelle, decidió no asistir.

Numerosos ejecutivos del sector tecnológico que han tratado de ganarse el favor de la administración entrante -incluidos los tres hombres más ricos del mundo, el presidente ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, el de Amazon, Jeff Bezos, y el de Meta, Mark Zuckerberg- ocuparon lugares destacados, junto a los nominados al gabinete y miembros de la familia de Trump.

Trump, el primer presidente estadounidense desde el siglo XIX que logra un segundo mandato tras perder la Casa Blanca, ha dicho que indultará “el primer día” a muchos de los más de 1.500 acusados en relación con el asalto del 6 de enero de 2021.

En uno de sus últimos actos, Biden indultó a varias personas señaladas por Trump para sufrir represalias, incluido el asesor jefe médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, la ex congresista republicana Liz Cheney y el exjefe militar Mark Milley.

Trump restablecerá la pena de muerte a nivel federal, que Biden había suspendido, y exigirá que los documentos oficiales de Estados Unidos, como los pasaportes, reflejen el sexo al nacer, según dijeron a la prensa funcionarios de la administración entrante.

También firmará una orden para poner fin a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión en el gobierno federal en su primer día, que también es el Día de Martin Luther King Jr., un festivo nacional en memoria del líder de los derechos civiles más famoso de Estados Unidos.

No obstante, Trump no impondrá de inmediato nuevos aranceles el lunes, y en su lugar ordenará a las agencias federales que evalúen las relaciones comerciales con Canadá, China y México, confirmó un funcionario, un hecho inesperado que provocó una caída del dólar y un repunte en las bolsas mundiales en un día en que los mercados financieros estadounidenses están cerrados.

Es probable que algunos de los decretos se enfrenten a desafíos legales.

FUERZA DISRUPTIVA

Al igual que en 2017, Trump entra en el cargo como una fuerza caótica y disruptiva, prometiendo rehacer el gobierno federal y expresando un profundo escepticismo sobre las alianzas lideradas por Estados Unidos que han dado forma a la política global posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Trump vuelve a Washington envalentonado tras ganar el voto popular nacional a Harris por más de 2 millones de votos gracias a una oleada de frustración de los votantes por la persistente inflación.

Trump, el presidente de más edad en jurar el cargo, disfrutará de mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso, que han sido purgadas casi por completo de cualquier disidente intrapartidista. Sus asesores han esbozado planes para sustituir a los burócratas no partidistas por leales elegidos a dedo.

Antes de su toma de posesión, Trump ya estableció un centro de poder rival, reuniéndose con líderes mundiales y causando consternación al hablar sobre apoderarse del Canal de Panamá, tomar el control de Groenlandia e imponer aranceles a los mayores socios comerciales de Estados Unidos, algo que repitió el lunes.

Su influencia ya dejó sentir en el anuncio de la semana pasada de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás. Trump, cuyo enviado se sumó a las negociaciones en Qatar, había advertido del “infierno” que se desencadenaría si el grupo palestino no liberaba a sus rehenes antes de la investidura.

A diferencia de 2017, Trump ha dado prioridad a la lealtad sobre la experiencia en la nominación de un grupo de polémicos miembros del gabinete, algunos de los cuales son críticos abiertos de las agencias que han sido designados para dirigir.

El tradicional desfile por la avenida Pensilvania ante la Casa Blanca tendrá lugar ahora en el Capital One Arena, donde Trump celebró su mitin de victoria el domingo. Trump también asistirá a tres bailes inaugurales por la noche.

Algunos seguidores acérrimos de Trump durmieron en la calle en condiciones gélidas para asegurarse un asiento en el estadio.

En el escenario había un escritorio y una silla, donde se espera que Trump firme algunas de sus primeros decretos ante sus seguidores antes de dirigirse a la Casa Blanca.

(Reporte adicional de nandita Bose, Steve Holland, David Morgan, Nandita Bose, Doina Chiacu, Stephanie Kelly, Rami Ayyub y Gram Slattery; editado en español por Carlos Serrano)

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