Presidente de Colombia, Petro, visita el sur de Haití mientras aumenta la violencia en ambos países

Por Sarah Morland

22 ene (Reuters) – El presidente de Colombia, Gustavo Petro, llegó el miércoles por la tarde a la ciudad de Jacmel, en el sureste de Haití, en una particular visita de un jefe de Estado extranjero al país caribeño que atraviesa un prolongado conflicto con bandas armadas.

Colombia también se ha enfrentado a un aumento de la violencia por parte de facciones rebeldes que han paralizado las conversaciones de paz.

Petro llegó a la pequeña ciudad costera, a unos 90 km de la capital Puerto Príncipe, en un avión militar colombiano varias horas después de lo previsto para el inicio de la visita, en la que cientos de residentes se volcaron para ver su llegada.

El mandatario colombiano hizo escala en la República Dominicana, bordeando la asediada capital haitiana, donde esta misma semana se registraron varios tiroteos contra vehículos diplomáticos.

Se reunió con altos cargos del gobierno haitiano, entre ellos Leslie Voltaire, que ocupa la presidencia de turno del Consejo Presidencial de Transición, en un encuentro destinado a reforzar los lazos bilaterales.

Voltaire ha manifestado su deseo de fomentar unas relaciones más estrechas con los países sudamericanos en un intento de reforzar el apoyo en materia de seguridad, ya que la misión de seguridad respaldada por la ONU no consigue frenar los avances de las bandas del país.

Desde la aprobación de la misión a finales de 2023, las bandas han ganado territorios estratégicos, lo que ha provocado repetidos cierres del principal puerto y aeropuerto de la capital, y ha agravado la escasez de alimentos, que ha llevado a que la mitad de los 11 millones de habitantes del país pasen hambre.

El número de desplazados internos se ha más que quintuplicado hasta superar el millón, frente a los cerca de 200.000 que había antes de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara el despliegue parcial de la misión.

También el miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para una sesión informativa sobre el conflicto, en la que varias naciones pidieron medidas más enérgicas para restringir el actual flujo ilegal de armas de fuego, en gran parte procedente de Estados Unidos, hacia las organizaciones delictivas haitianas, ahora ampliamente aliadas.

El ministro haitiano de Asuntos Exteriores, Jean-Victor Harvel Jean-Baptiste, reiteró su llamamiento para que la misión, que según él está “gravemente infradotada” y carece de capacidades aéreas y marítimas clave, se convierta en una misión formal de mantenimiento de la paz de la ONU para que dependa menos de las contribuciones voluntarias.

“Esperamos con gran interés las demás contribuciones que se han prometido desde hace mucho tiempo”, dijo. “Haití no puede superar esta crisis solo. Por eso pedimos más recursos para estabilizar nuestra seguridad.”

Más de 200.000 migrantes haitianos fueron deportados al país el año pasado.

(Reporte de Sarah Morland; Reportaje adicional de Harold Isaac y Michelle Nichols; Editado en español por Héctor Espinoza)

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