IAG se perfila como favorita para la compra de TAP

Por Joanna Plucinska, Sergio Goncalves y Andres Gonzalez

DUBLÍN, 23 ene (Reuters) – El propietario de las aerolíneas Iberia y British Airways, IAG, podría ser uno de los favoritos para comprar una participación en la aerolínea portuguesa TAP, valorada en unos 1.000 millones de dólares, según banqueros y analistas. La operación abriría una nueva fase de concentración empresarial en el mercado europeo.

Varios directivos de la aviación destacaron en la conferencia financiera Airline Economics, celebrada en Dublín la semana pasada, la necesidad de consolidación en el sector, que lucha contra unos costes elevados y unos consumidores preocupados por los precios. También dijeron que ayudaría a las compañías a competir más eficazmente con sus rivales de EEUU, del golfo Pérsico y de Asia.

Los ejecutivos de las principales compañías aéreas europeas esperan que el Gobierno portugués inicie pronto conversaciones formales sobre la venta de una participación minoritaria o mayoritaria en su compañía nacional.

Un portavoz del Ministerio de Infraestructuras portugués, que supervisa la venta, dijo: “El Gobierno sigue escuchando, evaluando el interés del mercado… pero la venta tendrá lugar este año”.

Según los datos del analista del sector aéreo Cirium presentados en Dublín, 36 aerolíneas europeas acaparan el 80% de la capacidad del continente, frente a seis en Estados Unidos.

Las grandes compañías de la región, IAG, Air France-KLM y Lufthansa han manifestado su interés por la posible compra de TAP, con la esperanza de acceder al lucrativo mercado sudamericano y construir un nuevo centro de operaciones para el sur de Europa.

Un banquero con conocimiento de la operación dijo que IAG, propietaria de Iberia y Aer Lingus, era la más interesada y probablemente la candidata más fuerte para cerrar un acuerdo con TAP, y los analistas señalan su éxito con Iberia en Madrid como un buen punto de partida para una base con varios centros en el sur de Europa.

Lufthansa también ha realizado labores de presión ante el Gobierno de Lisboa mientras aspira a ampliar su presencia en el sur de Europa tras la compra de una participación en la italiana ITA Airways.

Lufthansa no quiso hacer comentarios.

Jonathan Sullivan, director de desarrollo corporativo de IAG, dijo a los periodistas en Dublín que el grupo no descartaba tomar una participación minoritaria que también permitiría “un camino para una participación mayoritaria”, informó el portal de noticias portugués Observador la semana pasada.

Al ser preguntado por Reuters sobre el interés de IAG en la venta de TAP, IAG dijo que Sullivan también hizo hincapié en que TAP seguiría siendo “una compañía orgullosamente portuguesa, al igual que Aer Lingus es orgullosamente irlandesa y British Airways es orgullosamente británica”.

Según los analistas, esto podría ser un elemento importante para el posible éxito de IAG, ya que conservar la identidad nacional de la compañía es importante para los representantes del Gobierno portugués.

Se considera que la fusión de British Airways con Iberia en 2011 para formar IAG preserva en gran medida la identidad española de la aerolínea.

AGITACIÓN POLÍTICA

La agitación política en Portugal y el escrutinio regulador han hecho temer que las conversaciones sufran más retrasos.

“Parece que el calendario se está retrasando un poco y puede que acabe ocurriendo a principios de 2026”, dijo Dudley Shanley, analista de aviación de Goodbody.

El anterior Gobierno socialista de Portugal aprobó en septiembre de 2023 la privatización de al menos el 51% de TAP, pero la venta no se llevó a cabo porque el país celebró elecciones anticipadas en marzo de 2024.

El primer ministro portugués, Luís Montenegro, que había insistido anteriormente en la privatización total de TAP, señaló en octubre que una venta parcial era una posibilidad, después de que la oposición expresara su preocupación por una venta total.

Si se vende una participación minoritaria de algo menos del 20%, las autoridades portuguesas evitarían una evaluación de la operación por parte del regulador de la competencia de la UE en Bruselas.

Los ejecutivos de las aerolíneas señalan la indecisión del Gobierno portugués y de los reguladores de la UE como puntos clave de bloqueo para una mayor consolidación de las aerolíneas.

La última gran operación, la venta de una participación en la compañía italiana ITA a Lufthansa, requirió más de un año de discusiones con Bruselas sobre las concesiones. Al final, Lufthansa tuvo que renunciar a “slots” (franjas horarias) en aeropuertos importantes como el de Linate, en Milán, para obtener la aprobación.

Además, la preocupación de la Comisión Europea llevó a IAG a renunciar a la adquisición de Air Europa, en la que tiene una participación del 20%.

Según los analistas, el hecho de que IAG sea propietaria de Iberia podría plantear problemas de competencia similares en el proceso de licitación de TAP. Ello podría obligarla a ofrecer grandes concesiones, como hizo Lufthansa en su acuerdo con ITA.

(Edición de Josephine Mason y Jane Merriman; edición en español deJavi West Larrañaga)

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