Por Daniel Wiessner
28 ene (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destituyó a una demócrata de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), una medida sin precedentes que intensificará una batalla legal en curso sobre el alcance de los poderes del mandatario para controlar las agencias federales.
Gwynne Wilcox, que fue nombrada miembro de la junta por el expresidente demócrata Joe Biden, calificó en un comunicado de ilegal su despido a última hora del lunes y dijo que recurriría a “todas las vías legales” para impugnarlo.
La NLRB tiene cinco miembros nombrados por el presidente y, antes del despido de Wilcox, tenía una mayoría demócrata de 2-1 y dos vacantes. Sin ella, la junta carecerá de quórum y no podrá tomar decisiones ni siquiera en casos rutinarios en los que se acuse a empresas o sindicatos de violar la legislación laboral federal.
Una vez confirmados los miembros de la junta, la ley federal sólo permite destituirlos por “negligencia en el cumplimiento del deber o mala conducta en el cargo”.
Unas dos decenas de empresas, entre ellas SpaceX, de Elon Musk, y Amazon.com, han presentado demandas desde el año pasado desafiando laas protecciones laborales y otros aspectos de la estructura de la NLRB.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios. No estaba claro de inmediato si Trump, un republicano, dio una razón para despedir a Wilcox.
A última hora del lunes, Trump también despidió a la consejera general de la NLRB, Jennifer Abruzzo, nombrada por Biden, que actúa como fiscal y desempeña un papel clave en la configuración de la política de la agencia. La medida se esperaba después de que los tribunales confirmaron el despido de Peter Robb, un abogado laboralista nombrado por Trump en 2021.
En conjunto, los despidos señalan un giro brusco de las políticas favorables a los sindicatos y las teorías jurídicas adoptadas por la junta bajo Biden.
Wilcox votó en la junta a favor de prohibir a los empleadores celebrar reuniones antisindicales obligatorias, crear una nueva vía para que los sindicatos representen a los trabajadores fuera de un proceso electoral de décadas de antigüedad y facilitar que se exija a las empresas negociar con los trabajadores contratados y franquiciados.
(Editado en español por Carlos Serrano)