Acciones contra bandas de narcos en Argentina redujeron las exportaciones de cocaína: ministra de Seguridad

Por Lucinda Elliott

BUENOS AIRES, 7 feb (Reuters) – Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad de Argentina, tiene la misión de acabar con las bandas de narcotraficantes en el país sudamericano que han impulsado la creciente violencia y provocado un aumento de los envíos de cocaína a Europa. Ella dice que lo está logrando.

Argentina ha cobrado importancia como centro de tránsito de la cocaína, ya que la producción de Perú y Bolivia ha fluido por vías navegables clave y ha salido por puertos fluviales como el de Rosario, la ciudad natal del astro de fútbol Lionel Messi. Los asesinatos relacionados con las bandas aumentaron al mismo tiempo.

En una inusual entrevista con un medio internacional, Bullrich dijo a Reuters que el gobierno del presidente libertario Javier Milei, que lleva poco más de un año en funciones, estaba desmantelando las bandas y bloqueando los envíos para evitar que lleguen a sus destinos finales, entre ellos Europa, donde el mercado de la cocaína se ha expandido en los últimos años.

“Tuvimos récord de incautación de cocaína y eso nos ha generado una política de mucho respeto en el continente y también en Europa, porque no hemos tenido ningún cargamento de Argentina que ha llegado a Europa”, dijo en su oficina de Buenos Aires. “Por supuesto que puede haber alguno que uno no se entera”, agregó.

El Ministerio de Seguridad confirmó que no se encontró cocaína en ningún cargamento que cruzó el Atlántico Sur desde Argentina a un puerto europeo importante en 2024. Reuters no pudo verificarlo de manera independiente.

Bullrich, quien fuera rival de Milei como candidata presidencial del principal bloque conservador, ahora lidera la lucha contra el crimen, reforzando las fronteras con Brasil y Bolivia, privatizando algunas prisiones y usando inteligencia artificial para rastrear a las pandillas.

Según datos del gobierno local, los asesinatos en Rosario cayeron a 90 el año pasado, el nivel más bajo en al menos la última década y por debajo de los casi 300 registrados en 2022 y los 261 en 2023, el año anterior a que Milei y Bullrich asumieran el cargo.

“Hemos decidido golpear fuerte sobre esas bandas”, dijo Bullrich, quien agregó que la cooperación entre el gobierno nacional y provincial en Rosario había sido un factor clave, así como la adopción de una línea más dura por parte de los tribunales. El gobierno también ha apuntado a los capos de la droga que ya estaban entre rejas.

“Un tema que fue clave, que es clave, es el control de las cárceles. Es decir, desempoderar, sacarles el poder que tenían a los jefes narcos en las cárceles, que usaban las cárceles como continuidad de su narcocriminalidad, su negocio narcocriminal. Los aislamos”, agregó.

Andrei Serbin Pont, un especialista argentino en seguridad e inteligencia y presidente del grupo de expertos regional CRIES, atribuyó la reducción del crimen al énfasis en la inteligencia.

“Hubo un esfuerzo de seguridad concertado por parte del gobierno nacional para priorizar a Rosario, con un foco en inteligencia criminal en lugar de solo tener más policías en las calles, que es una estrategia mucho más viable”, afirmó.

Bullrich envió un proyecto de ley al Congreso para establecer una nueva ley antimafia, similar a la legislación RICO de Estados Unidos para acabar con las redes criminales, y dijo que también ha aprendido de las fuerzas de seguridad de Gran Bretaña e Italia.

El año pasado, recibió al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y visitó su mega prisión, que alberga a decenas de miles de pandilleros en duras condiciones, que ha recibido elogios de políticos de línea dura y que defienden el orden público, y críticas de grupos de derechos humanos.

Las fotografías muestran filas de reclusos tatuados con el torso desnudo, arrodillados con las manos detrás de la cabeza.

“Nuestro sistema ha sido un poquito, digamos, menos duro, pero cuando tenemos que ser duros, somos duros”, agregó.

FRONTERAS MÁS DURAS

    Bullrich dijo a Reuters que estaba reforzando los controles fronterizos para detener a las bandas de narcotraficantes, planeando visitas a zonas de cultivo de cocaína en Perú e impulsando la cooperación con la Administración de Control de Drogas y la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos.

La ministra dijo que se estaba reforzando la frontera con Bolivia, incluso con la construcción de un pequeño muro en la provincia norteña de Salta, así como fortaleciendo áreas fronterizas mediante el control de puntos de ingreso con Brasil, donde había habido una “falta de control en los últimos años”.

“Vamos a empezar un programa, un plan, estamos llevando efectivos a la zona de la frontera con Brasil”, afirmó.

Las autoridades de Bolivia y Brasil no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. El ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, apoyó la semana pasada la idea de reforzar la seguridad fronteriza como respuesta a las medidas.

Bullrich, una política veterana que le ha aportado a Milei apoyo clave de centro, dijo que se había convencido de las reformas económicas y sociales más amplias del libertario, más allá de su enfoque en la seguridad, que han dividido a los argentinos pero han ayudado a estabilizar el país.

Ambos fueron rivales. Durante la campaña electoral, Milei la calificó de “montonera tirabombas” de izquierda, en referencia a su época en la Juventud Peronista, a lo que Bullrich respondió que el exanalista económico tenía “inestabilidad emocional”.

Bullrich dijo que las diferencias habían quedado atrás y que ella y su bloque lo estaban ayudando en su intento de ganar bancas en las elecciones legislativas de medio término previstas para octubre.

“Nosotros más que conservadores somos liberales”, concluyó.

(Reporte de Lucinda Elliot. Reporte adicional de Lisandra Paraguassu en Brasilia y Daniel Ramos en La Paz. Editado por Adam Jourdan y Rosalba O’Brian. Traducido al español por Lucila Sigal)

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