Por Andy Sullivan y Jonathan Landay
WASHINGTON, 24 feb (Reuters) -La orden de Elon Musk a los trabajadores del gobierno de Estados Unidos para que justifiquen sus empleos abrió divisiones en la administración del presidente Donald Trump, ya que algunas agencias dijeron a sus funcionarios que respondieran al correo antes del lunes por la noche y otras dijeron que lo ignoraran.
La directiva de Musk a los 2,3 millones de trabajadores de la administración pública del país para que presenten un resumen de cinco puntos de su trabajo antes de las 23:59 hora del este (0459 GMT) planteó preguntas sobre cuánta autoridad puede ejercer la persona más rica del mundo en el Gobierno de Trump, mientras lidera un esfuerzo por recortar la nómina federal.
La contraorden por parte de algunos funcionarios de las agencias fue también la primera reacción interna conocida contra el enfoque de fuerza bruta de Musk para revisar el gobierno federal.
Hasta la fecha, Musk ha despedido a más de 20.000 trabajadores y ha advertido que quienes no acaten su orden también podrían perder su empleo.
“Aquellos que no se tomen en serio este correo electrónico pronto verán su carrera profesional en otra parte”, escribió en su plataforma de redes sociales X.
Pero los líderes de los departamentos de Defensa, Estado y Seguridad Nacional, el FBI y varias otras agencias dijeron a los trabajadores que no respondieran fuera de su cadena de mando establecida.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo a sus trabajadores que se mantuvieran al margen mientras averiguaba cómo “cumplir mejor la intención” de la inusual orden de Musk, después de haberles ordenado anteriormente que cooperaran.
El Departamento de Transporte, la Administración para el Control de Drogas y agencias independientes como la Comisión Federal de Comercio y la Comisión Federal de Comunicaciones han dicho a sus empleados que respondan al mensaje de Musk.
“Este lío se resolverá esta semana”, escribió Musk. Dijo por separado que los empleados que siguieran trabajando a distancia estarían de baja a partir de esta semana.
La confusión se hizo eco del caos más amplio que rodea el regreso de Trump al poder.
Desde que asumió el cargo el 20 de enero, Trump ha congelado miles de millones de dólares en ayuda exterior y ha desmantelado efectivamente la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, dejando varados medicamentos y alimentos en almacenes.
REDUCCIÓN DE PLANTILLA, RECONTRATACIÓN
Ha ordenado a los empleados de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor que dejen de trabajar, aunque también recibieron el correo electrónico de Musk pidiéndoles que retomaran sus actividades laborales durante la última semana. El Gobierno Trump también ha ofrecido retiros voluntarios a otros 75.000 trabajadores.
En algunos casos, el Gobierno se ha apresurado a volver a contratar a trabajadores que desempeñan funciones críticas como la supervisión de armas nucleares y la respuesta a la gripe aviar. La reducción de personal también ha provocado una oleada de demandas por parte de grupos sindicales y estados liderados por demócratas.
Charles Farinella, un agente del IRS despedido en Nueva York, dijo que estaba tratando de averiguar si debía cancelar una próxima cita con el dentista porque no le han dicho si todavía tiene cobertura a través de su trabajo.
“No sé qué voy a hacer en este momento. Puede que tenga que vender mi casa, porque no tengo indemnización ni nada”, dijo. “Me siento devastado”.
El recorte de empleos de Musk se ha extendido también a la economía estadounidense en general, obligando a las empresas que hacen negocios con el Gobierno a despedir a sus propios trabajadores y aplazar los pagos a los proveedores.
Una empresa que trabaja con USAID, Chemonics, dijo en una presentación judicial la semana pasada que había despedido a 750 empleados, el 63% de su plantilla.
JUEZ BLOQUEA ACCESO A REGISTROS
El equipo de Musk también ha intentado acceder a registros confidenciales de pagos y personal, lo que plantea problemas de privacidad y seguridad. El lunes, un juez federal les impidió acceder a los registros del Departamento de Educación y de la Oficina de Gestión de Personal, la agencia gubernamental de recursos humanos.
El jefe de Tesla y de la plataforma de redes sociales X ha dicho que aspira a recortar 1 billón de dólares del presupuesto gubernamental de 6,7 billones de dólares.
Trump ha prometido eximir los populares beneficios de salud y jubilación, lo que pone casi la mitad del presupuesto efectivamente fuera de los límites, pero Musk dijo que examinaría esos programas en busca de pagos fraudulentos.
“Somos cada vez más optimistas de que, a medida que se eliminan los inmensos despilfarros y fraudes de la Seguridad Social y la Sanidad, hay potencial para aumentar los dólares reales recibidos por los ciudadanos y mejorar la atención sanitaria”, escribió en X el domingo.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno, un organismo de control, calcula que el total de fraudes y pagos indebidos podría ascender a 521.000 millones de dólares anuales, lo que equivale al 8% del gasto del año pasado.
(Reporte de Andy Sullivan y Jonathan Landay; información adicional de Nate Raymond, David Shepardson, Valerie Volcovici y Susan Heavey; editado en español por Daniela Desantis y Ricardo Figueroa)