Por David Lawder y Andrea Shalal
WASHINGTON, 1 mar (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el sábado una nueva investigación comercial que podría agregar más aranceles sobre la madera importada, sumándose a los gravámenes sobre la madera blanda canadiense y los del 25% sobre todos los productos canadienses y mexicanos que entran en vigor la próxima semana.
En su tercera nueva investigación arancelaria en una semana, Trump firmó un memorando ordenando al secretario de Comercio, Howard Lutnick, iniciar una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones estadounidenses de madera bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. La ley comercial es la que Trump también utilizó para imponer gravámenes a las importaciones mundiales de acero y aluminio.
La investigación abarca productos derivados hechos de madera que podrían incluir muebles como gabinetes de cocina, que en algunos casos están hechos de madera estadounidense que había sido exportada, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
El funcionario agregó que la investigación sería acelerada por el Departamento de Comercio, pero no dio plazos específicos.
Trump también ordenó nuevas medidas para aumentar el suministro interno de madera, agilizando el proceso de permisos para la tala de madera de tierras públicas y mejorando el rescate de árboles caídos de bosques y vías fluviales, dijo el funcionario.
Según una hoja informativa de la Casa Blanca, la orden exige directrices nuevas o actualizadas de los organismos para facilitar el aumento de la producción maderera, incluida una aprobación más rápida de los proyectos forestales en el marco de la Ley de Especies Amenazadas.
El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo que la investigación sobre la importación de madera contrarrestaría las acciones de los grandes exportadores de madera, incluidos Canadá, Alemania y Brasil que, según él, estaban “haciendo dumping de madera en nuestros mercados a expensas tanto de nuestra prosperidad económica como de la seguridad nacional”.
“Eso termina hoy con un par de acciones de Trump diseñadas tanto para reforzar la oferta como la demanda de madera estadounidense”, aseguró a periodistas en una conferencia telefónica antes de la firma.
El funcionario dijo que la creciente dependencia de la madera importada representa un posible riesgo para la seguridad nacional, en parte porque el ejército estadounidense consume cantidades significativas de madera para sus actividades de construcción y porque el aumento de la dependencia de las importaciones de un producto básico con amplios suministros nacionales es un peligro para la economía estadounidense.
No proporcionó detalles sobre una tasa arancelaria propuesta en el marco de la investigación de la Sección 232 sobre la madera, pero Trump a principios de este mes dijo a periodistas que estaba pensando en imponer una tasa arancelaria del 25% sobre la madera y los productos forestales.
El funcionario agregó que los aranceles resultantes de la investigación se añadirían a los derechos antidumping y antisubvenciones combinados del 14,5% sobre la madera blanda canadiense.
Estos aranceles son el resultado de una larga disputa comercial entre Estados Unidos y Canadá sobre las bajas tarifas canadienses por derechos de tala en tierras públicas, que Washington considera una subvención injusta.
La mayor parte de la madera estadounidense se extrae de tierras privadas a precios de mercado. Los constructores de viviendas llevan tiempo criticando los aranceles por elevar los precios de la madera y contribuir a la inflación de los precios de la vivienda.
El funcionario dijo que los nuevos aranceles a la madera también se sumarían a los gravámenes generales estadounidenses del 25% amenazados por Trump sobre todos los productos canadienses y mexicanos que están programados para entrar en vigor el martes, a menos que Trump sea persuadido por los esfuerzos de los dos países para asegurar sus fronteras y detener el tráfico de fentanilo.
La nueva investigación arancelaria se produce después de que Trump ordenara el martes una nueva Sección 232 sobre las importaciones de cobre, con el objetivo de reconstruir la producción estadounidense de un metal fundamental para los vehículos eléctricos, el material militar y la red eléctrica.
Trump ordenó el 21 de febrero al Representante de Comercio, Jamieson Greer, que reactivara las investigaciones destinadas a imponer aranceles a las importaciones de países que cobran impuestos por servicios digitales a las empresas tecnológicas estadounidenses. Canadá volvería a estar en la línea de fuego de esas sanciones, junto con Francia, Gran Bretaña, Italia, España, Austria, India y Turquía.
(Reporte de David Lawder y Andrea Shalal; Reporte adicional de Trevor Hunnicutt y David Shepardson; Editado en Español por Manuel Farías)