El nuevo jefe militar israelí asume el mando con el alto el fuego en Gaza en el aire

JERUSALÉN, 5 mar (Reuters) – Israel tomó juramento a un nuevo comandante de sus fuerzas armadas el miércoles, mientras el estancamiento del frágil alto el fuego en Gaza aumenta el riesgo de una reanudación de los combates sin un acuerdo para devolver al resto de los rehenes aún en poder de Hamás.

Eyal Zamir, que se retiró tras 28 años con el rango de general de división, fue ascendido a teniente general, antes de asumir formalmente el mando del general Herzi Halevi, que dimitió por el desastre de seguridad del 7 de octubre de 2023.

“La misión que se me ha encomendado es clara: llevar a las FDI a la victoria”, dijo.

Los combates en Gaza se han detenido desde enero por una tregua negociada por Qatar y Egipto y apoyada por Estados Unidos, lo que ha permitido el intercambio de 33 rehenes israelíes y 5 tailandeses por unos 2.000 prisioneros y detenidos palestinos.

Una guerra relacionada en el sur del Líbano, que estalló después de que las fuerzas de Hezbolá respaldadas por Irán lanzaran ataques con misiles contra Israel tras el ataque del 7 de octubre, también está en pausa por un acuerdo de alto el fuego independiente.

Sin embargo, ministros y dirigentes israelíes han advertido de que sus fuerzas podrían reanudar los combates si no se llega a un acuerdo para recuperar a los 59 rehenes que quedan.

Los soldados israelíes se han retirado de algunas de sus posiciones en Gaza, pero las conversaciones que debían acordar la liberación de los rehenes y la retirada total de las fuerzas israelíes antes del fin de la guerra no han comenzado.

Israel ha pedido una prórroga de la tregua hasta después de la Pascua judía, en abril, para permitir la liberación de los rehenes restantes, mientras que Hamás ha insistido en proseguir las conversaciones sobre un final permanente de la guerra antes de aceptar nuevas liberaciones.

El nombramiento de Zamir se conoce cuando han comenzado una serie de investigaciones oficiales para examinar los fallos que permitieron a miles de hombres armados dirigidos por Hamás asaltar las comunidades israelíes alrededor de la Franja de Gaza, matando a 1.200 personas y secuestrando a 251 rehenes en uno de los mayores desastres militares y de seguridad de la historia de Israel.

Halevi dirigió el ejército durante la campaña israelí en Gaza que mató a más de 48.000 palestinos y destruyó gran parte del enclave, dejando a la mayoría de la población refugiada en tiendas de campaña o edificios en ruinas.

Pero en enero, poco después de que se acordara el alto el fuego en Gaza, anunció que dejaría el mando, aceptando la responsabilidad por la respuesta desigual y descoordinada del ejército al ataque del 7 de octubre.

Tanto las Fuerzas de Defensa de Israel como la agencia de seguridad Shin Bet han reconocido que sus fallos permitieron que se produjera el ataque, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu se ha resistido hasta ahora a una investigación más general que analizara la responsabilidad de su Gobierno.

El nuevo comandante también tendrá que responder a las acusaciones de organismos internacionales, entre ellos Naciones Unidas, de que los soldados israelíes cometieron crímenes de guerra durante la campaña en Gaza.

Israel rechaza esas acusaciones, que dice que están motivadas por la hostilidad política hacia el Estado de Israel, pero ha procesado a algunos soldados reservistas por abusos graves contra detenidos.

Israel dice que Hamás, que también ha sido acusado de crímenes de guerra por organismos de Naciones Unidas, cometió múltiples atrocidades durante el ataque del 7 de octubre y maltrató gravemente a los rehenes israelíes en Gaza. Hamás niega las acusaciones.

(Información de James Mackenzie; edición en español de María Bayarri Cárdenas)

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