Por Joshua McElwee
CIUDAD DEL VATICANO, 19 abr (Reuters) – El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acudió el sábado al Vaticano para reunirse con altos cargos de la Iglesia católica que han criticado duramente las políticas de su administración, en las primeras conversaciones en persona de este tipo de la segunda presidencia de Donald Trump.
Vance, un católico que se ha enfrentado al papa Francisco por las medidas migratorias del presidente de Estados Unidos, se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y principal adjunto de Francisco.
Ambas partes mantuvieron “conversaciones cordiales” que incluyeron “un intercambio de opiniones sobre la situación internacional”, según un comunicado del Vaticano tras la reunión.
Vance y Parolin hablaron “especialmente sobre los países afectados por la guerra, las tensiones políticas y las difíciles situaciones humanitarias, con particular atención a los emigrantes, los refugiados y los prisioneros”, dice el comunicado.
Vance dijo en un comunicado que él y el cardenal habían discutido sobre el catolicismo en Estados Unidos, la cuestión de los cristianos perseguidos en el mundo y “el compromiso del presidente Trump para restaurar la paz mundial”.
Francisco, que está limitando sus apariciones públicas por orden de los médicos mientras se recupera de una doble neumonía, no participó en la reunión. Vance se encuentra de visita en Italia durante el fin de semana de Pascua.
El papa, Parolin y otros funcionarios del Vaticano han criticado varias políticas de la administración Trump, incluidos los planes de deportar a millones de inmigrantes en Estados Unidos y sus recortes generalizados a la ayuda extranjera y los programas de bienestar nacional.
“Esta visita tiene lugar en un momento delicado”, dijo Massimo Faggioli, un académico italiano de la Universidad de Villanova que ha seguido de cerca el papado. “Esta relación con Estados Unidos es una prioridad muy alta en este momento para el Vaticano”.
Francisco ha calificado de “vergüenza” la represión migratoria de la administración Trump. Vance, que se convirtió al catolicismo en 2019, ha citado la enseñanza católica de la era medieval para justificar la represión de la inmigración.
El papa rebatió el concepto teológico que Vance usó para defender la represión en una inusual carta abierta a los obispos católicos estadounidenses sobre la administración Trump en febrero, y calificó el plan de Trump como una “crisis mayor” para Estados Unidos.
“Lo que se construye sobre la base de la fuerza, y no sobre la verdad de la igual dignidad de todo ser humano, comienza mal y terminará mal”, dijo entonces el papa.
RELACIONES IGLESIA-ESTADO
Vance visitó por primera vez el Vaticano el jueves para asistir con su familia a una ceremonia religiosa en la Basílica de San Pedro.
El brazo caritativo mundial de la Iglesia católica ha calificado de “catastróficos” los recortes de fondos de la administración Trump a los programas de ayuda exterior de Estados Unidos por su impacto en el mundo en desarrollo.
La conferencia de obispos católicos de Estados Unidos anunció este mes que, debido a los recortes de la administración Trump, pondría fin a medio siglo de asociaciones con el gobierno federal para proporcionar servicios a las poblaciones de migrantes y refugiados.
Chieko Noguchi, portavoz de los obispos estadounidenses, dijo a Reuters que Parolin está “bien informado de los desafíos que enfrentan la Iglesia y sus instituciones aquí” en Estados Unidos.
“Rezamos para que la reunión dé lugar a un diálogo positivo y atractivo”, dijo.
El comunicado del Vaticano dice que, durante la reunión de Vance y Parolin, “se expresó la esperanza de una colaboración serena” entre la Iglesia y el Gobierno de Estados Unidos.
(Reporte de Joshua McElwee; Reporte adicional de Nandita Bose en Washington; Editado en Español por Manuel Farías)