Economías emergentes enfrentan prueba de financiación más restrictiva mientras crecimiento se desacelera: FMI

Por Karin Strohecker y Rodrigo Campos

WASHINGTON, 22 abr (Reuters) – El Fondo Monetario Internacional redujo el martes su perspectiva de crecimiento en 2025 para las economías emergentes, incluidas México y China, advirtiendo que las condiciones de financiamiento más estrictas y la escasez de dinero para inversiones podrían infligir dolor a las naciones en desarrollo.

Se espera que los aranceles anunciados por el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump y la incertidumbre política obstaculicen el crecimiento global, justo cuando la economía mundial emerge de grandes golpes como las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y la invasión a Ucrania por parte de Rusia.

En sus Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI rebajó sus previsiones de crecimiento económico para las economías de mercados emergentes y en desarrollo para este año y para 2026 al 3,7% y al 3,9%, respectivamente, lo que supone una reducción de medio punto porcentual respecto a sus estimaciones de enero.

Las últimas previsiones marcan una fuerte desaceleración con respecto al crecimiento estimado del 4,3% para 2024.

“En este momento, si bien la situación sigue siendo fluida, los riesgos siguen firmemente inclinados a la baja”, dijo el FMI.

Entre los países, México vio su pronóstico de crecimiento reducido en 1,7 puntos porcentuales y ahora se espera que su economía, estrechamente ligada a Estados Unidos, se contraiga un 0,3% este año.

El pronóstico de China fue reducido en 0,6 puntos porcentuales para 2025, y casi en la misma cantidad el próximo año después de que la segunda economía más grande del mundo fue blanco de los aranceles de la Casa Blanca.

Como excepción, el pronóstico de crecimiento de Rusia para 2025 se elevó 0,1 puntos porcentuales, hasta el 1,5%, pero esto representa una fuerte desaceleración con respecto a la expansión del PIB estimada del 4,1% del año pasado.

La desaceleración del crecimiento de Rusia es un factor clave para una expansión más lenta en la Europa emergente, que se prevé que se sitúe en el 2,1% este año y el próximo.

El espacio fiscal para muchas economías emergentes es mucho más limitado que hace una década, concluyó el FMI, mientras que al mismo tiempo el monto gastado en servicios de la deuda con ingresos fiscales está aumentando.

“La resiliencia demostrada por muchas grandes economías de mercados emergentes puede ponerse a prueba a medida que el servicio de los altos niveles de deuda se vuelve más difícil en condiciones financieras globales desfavorables”, señala el informe.

Si bien los costos de pago se mantienen por debajo de los niveles de la pandemia en los países que pidieron préstamos en condiciones favorables durante la época del COVID-19, tener que renovarlos en tiempos de aumento de los costos de endeudamiento haría que las tasas efectivas los superen, especialmente en los países de bajos ingresos.

Y muchos de ellos ya se enfrentan a dificultades debido a la escasez de financiación en condiciones favorables y para el desarrollo.

Una asistencia internacional para el desarrollo más limitada puede aumentar la presión sobre los países de bajos ingresos, hundiéndolos aún más en el endeudamiento o exigiendo ajustes fiscales significativos, con consecuencias inmediatas para el crecimiento y el nivel de vida.

(Reporte de Karin Strohecker y Rodrigo Campos; Editado en español por Javier Leira)

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