Por Promit Mukherjee y Rod Nickel
OTTAWA, 28 abr (Reuters) – Los canadienses acuden a las urnas el lunes tras una campaña electoral en la que los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump y sus elucubraciones sobre la anexión de Canadá se convirtieron en asuntos centrales.
Las amenazas de Trump encendieron una ola de patriotismo que aumentó el apoyo al primer ministro liberal Mark Carney, un recién llegado a la política que anteriormente dirigió dos bancos centrales del G7.
La campaña terminó con una nota sombría el domingo, después de que un hombre embistió un todoterreno contra una multitud en un festival de la comunidad filipina en Vancouver, matando al menos a 11 personas e hiriendo a decenas. Carney hizo una breve pausa en su campaña y tanto él como el líder conservador Pierre Poilievre mencionaron la tragedia en sus actos finales de campaña.
No está claro si el incidente tendrá algún impacto en las elecciones. Duane Bratt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Mount Royal de Calgary, dijo que no espera que disuada a los votantes.
Los liberales de Carney mantenían una ventaja de cuatro puntos sobre los conservadores de Poilievre en encuestas separadas de Ipsos y Angus Reid, lo que sugiere poco movimiento en los últimos días. El domingo, Ipsos situó a los liberales con un 42% de apoyo y a los conservadores con un 38%, mientras que un día antes, la de Angus Reid apostó por un 44%-40%.
Unos resultados así podrían dar paso a un cuarto mandato liberal consecutivo, pero Carney dependería del apoyo de partidos más pequeños para gobernar.
Trump reapareció como factor de campaña la semana pasada, declarando que podría elevar un arancel del 25% sobre los autos fabricados en Canadá porque Estados Unidos no los quiere. Antes dijo que podría usar la “fuerza económica” para convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos.
“Estas son probablemente las elecciones más importantes de mi vida”, dijo Kelly Saunders, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Brandon. “Todo ha quedado muy eclipsado por las amenazas procedentes de Estados Unidos”.
Carney ha enfatizado que su experiencia en el manejo de asuntos económicos lo convierte en el mejor líder para lidiar con Trump, mientras que Poilievre ha aprovechado las preocupaciones sobre el costo de la vida, el crimen y una crisis de vivienda.
Carney ha tratado de distanciarse del ex primer ministro liberal Justin Trudeau, que era profundamente impopular cuando dijo en enero que dimitiría después de casi una década en el poder. Los conservadores lideraban las encuestas con unos 20 puntos de ventaja por aquel entonces.
(Reporte adicional de Nivedita Balu en Toronto y Amanda Stephenson en Calgary; editado en español por Carlos Serrano)