BUENOS AIRES, 28 abr (Reuters) -Los mercados de Argentina continuaron el lunes con altibajos previsibles por un reacomodamiento de posiciones tras la reciente liberación cambiaria, en momentos de un mayor apetito global al riesgo que refleja esperanzas de que una guerra comercial mundial no llegue a materializarse.
Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, ha afirmado que se están haciendo progresos en materia de comercio con China y otros países, aún faltan pruebas. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, no respaldó el domingo la afirmación del mandatario.
“Los mercados internacionales respondieron positivamente a un escenario un tanto más tranquilizador en cuanto a la batalla de aranceles iniciada por la administración Trump”, dijo Wise Capital, y señaló que “el Gobierno (argentino) apuesta a las liquidaciones del campo para continuar acumulando reservas”.
El presidente libertario argentino, Javier Milei, afirmó que el banco central (BCRA) no comprará dólares para sus reservas hasta que la cotización de la divisa toque la parte inferior de una banda de flotación fijada inicialmente entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar.
“El equipo económico confía en que el tipo de cambio mayorista convergerá al piso y está haciendo todo lo posible para que esto suceda (…) Se introdujeron cambios que flexibilizan el acceso al mercado de cambios para inversores no residentes, con la expectativa de atraer dólares del exterior”, dijo Inveq Consulting.
“Por ejemplo, el presidente Milei reconfirmó que la baja temporal de las retenciones (impuestos a exportaciones) a los principales cultivos no se extenderá y concluirá el 30 de junio, lo que apunta a incentivar la liquidación (del agro) en los próximos meses”, afirmó la consultora.
El peso interbancario cambió de rumbo y cerró con caída del 0,81% a 1.179 por dólar, ante niveles de 1.290 unidades registrados el 14 de abril con la salida del llamado “cepo” cambiario.
“Esta semana será clave ver cómo sigue moviéndose el dólar. Todos los ojos estarán puestos en el ritmo de liquidaciones del agro, que debería comenzar a acelerarse dado que nos encontramos en el período de alta estacionalidad de liquidación de la cosecha gruesa”, dijo Portfolio Personal inversiones (PPI).
Por su parte, la cotización del peso en la plaza informal mostró una negociación tranquila y reducida en niveles mejorados de 1.205 unidades.
El índice líder S&P Merval de la bolsa de Buenos Aires perdió un 2,07% como cierre provisorio, luego de una apertura levemente alcista y tras acumular durante la semana pasada una mejora del 2,17% con lo que registró tres semanas consecutivas con cierre positivo.
“Con mejores ‘fundamentals’ y un contexto internacional más calmo, no nos sorprendería que el índice vuelva a acercarse a los 2.000 (puntos medido en dólares) e incluso, los supere”, dijo PPI.
En el renglón de bonos en la plaza extrabursátil local, los títulos presentaron una merma promedio del 0,5% por toma de ganancias cortas, luego de subir 3,7% durante la semana previa, dijeron operadores.
“El optimismo generado a raíz de la flexibilización de los controles cambiarios continúa latente y, además, Argentina recibió un guiño por parte del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien declaró que, en caso de necesitarlo, Estados Unidos abriría una línea de crédito para Argentina”, recordó el agente de liquidación y compensación Cohen.
“Los (bonos) soberanos comenzaron el lunes resistiendo de manera estable a la volatilidad global y, una vez que aflojaron las tensiones por la guerra comercial y el cuestionamiento acerca de la independencia de la Fed, la deuda argentina superó en performance a los países con créditos comparables”, señaló.
Los mercados de Argentina enfrentan una semana corta por el feriado del jueves del “Día del Trabajador” y el no laborable opcional del viernes -con fines turísticos-, en el que no se registrará actividad financiera.
(Reporte de Walter Bianchi;colaboración de Hernán Nessi y Jorge Otaola;Editado por Lucila Sigal y Nicolás Misculin)