Región rusa productora de sandías busca emplear más inmigrantes para salvar cosechas: reporte

MOSCÚ, 30 abr (Reuters) – La región rusa de Astracán, productora de frutas y hortalizas, obtuvo el apoyo preliminar del Gobierno para suavizar las restricciones a la mano de obra inmigrante tras argumentar que dichas restricciones suponían una amenaza para la seguridad alimentaria del país, informó el portal de noticias RBC.

El reclutamiento de personal para la campaña militar rusa en Ucrania y las restricciones a la inmigración procedente de Asia Central -impuestas tras el ataque de militantes islamistas en la sala de conciertos Crocus City, cerca de Moscú, el año pasado- llevaron el desempleo en todo el país a un mínimo histórico del 2,3% en 2024.

Las restricciones incluyen un tope a la proporción de trabajadores inmigrantes en determinadas industrias, que no puede superarse. Para las explotaciones agrícolas de Astracán, región meridional que bordea el mar Caspio, este tope se fijó en el 40%.

La zona es conocida por sus sandías, y también produce tomates, pepinos, cebollas y papas.

RBC citó una carta de las autoridades regionales al Gobierno central, enviada en diciembre del año pasado, cuando se introdujeron las restricciones.

“En condiciones de grave escasez de mano de obra no cualificada, los agricultores reducirán considerablemente la superficie sembrada, lo que afectará a la seguridad alimentaria no sólo de la región de Astracán, sino de toda Rusia”, afirmaba la carta.

RBC citó un documento redactado por el Ministerio de Trabajo que apoyaba el llamamiento de la región y proponía levantar las restricciones a la mano de obra inmigrante para Astracán. Sin embargo, según RBC, el Gobierno aún no ha aprobado formalmente esta propuesta.

Al menos 144 personas murieron en el atentado de Crocus City del año pasado, y Rusia detuvo a un grupo de sospechosos procedentes de Tayikistán. Los países de Asia Central, incluido Tayikistán, son importantes fuentes de mano de obra inmigrante para Rusia.

La inflación, actualmente por encima del 10%, sigue siendo el principal reto económico de Rusia, lo que ha obligado al banco central a mantener la tasa de interés oficial en su nivel más alto desde principios de la década de 2000, a pesar de las críticas de las empresas.

(Reporte de Gleb Bryanski; Editado en Español por Ricardo Figueroa)