(Reuters) -Las autoridades de la Reserva Federal, en alerta por posibles grietas en el mercado laboral en medio de la errática política comercial del presidente Donald Trump, obtuvieron el viernes algunas garantías de que hasta ahora hay poca debilidad y ninguna razón para apresurarse a recortar las tasas de interés.
Los empleadores estadounidenses añadieron 177.000 puestos de trabajo en abril, por encima de lo esperado, según informó el Departamento de Trabajo, y la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en el 4,2%.
Ambas son señales de que el mercado laboral se mantuvo en equilibrio durante el mes en el que Trump anunció los aranceles más pronunciados en un siglo, en el que se desplomaron las acciones y se convulsionó el mercado de bonos antes de que la administración pausara muchos de esos gravámenes hasta julio.
Con el mercado laboral resistiendo y la inflación aún por encima de su objetivo del 2%, se espera que la Fed se mantenga fiel a su plan de dejar los costos de endeudamiento a corto plazo donde están mientras esperan a ver cómo afectan los aranceles a los precios y al crecimiento económico.
Los ingresos por hora aumentaron un 3,8% respecto al año anterior, según el informe de empleo, al mismo ritmo que en marzo y en el rango de lo que la Fed considera coherente con su objetivo de inflación del 2%.
“En el aquí y ahora, los sólidos datos del mercado laboral dan a la Fed margen para la paciencia”, dijo Lindsay Rosner, de Goldman Sachs Asset Management. “Sin embargo, como las perspectivas de futuro se han deteriorado, los datos de hoy parecen algo antiguos y persisten los riesgos de que un debilitamiento de la economía haga que la Fed reanude su ciclo de relajación más adelante este año”.
Los operadores creen ahora que la Fed esperará hasta julio en vez de junio para empezar a recortar las tasas. También esperan un total de tres recortes de un cuarto de punto para fines de año, uno menos que antes.
Poco después del informe, Trump reiteró su petición de que la Fed baje las tasas.
(Reporte de Ann Saphir y Davide Babuscia; editado en español por Carlos Serrano)
