(Reuters) – El presidente chino, Xi Jinping, iniciará el miércoles una visita de cuatro días a Rusia, dando al presidente Vladimir Putin un importante respaldo diplomático en un momento en el que el líder ruso está deseando demostrar que su país no está aislado en la escena mundial.
Se espera que Xi, cuyo país está inmerso en una guerra arancelaria con Estados Unidos, firme numerosos acuerdos para profundizar en la ya estrecha asociación estratégica “sin límites” con Moscú, que ha visto cómo China se convertía sistemáticamente como el mayor socio comercial de Rusia.
China compra más petróleo y gas ruso que cualquier otro país y ha lanzado a Moscú un salvavidas económico que le ha ayudado a sortear las sanciones occidentales impuestas por su guerra en Ucrania.
A pesar de los recientes esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para restablecer los lazos entre Estados Unidos y Rusia, se espera que Putin presente un frente unido con Xi contra Washington, cuyo dominio y “excepcionalismo” ambos países han cuestionado, abogando en cambio por un mundo más multipolar.
“La próxima visita del presidente chino Xi Jinping a Rusia es uno de los acontecimientos centrales de las relaciones ruso-chinas de este año”, dijo a la prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, en vísperas de la visita.
“La próxima cumbre ruso-china enviará una importante señal a la comunidad internacional sobre los enfoques comunes de Rusia y China en la defensa del orden mundial de posguerra”, añadió.
El enviado especial de Trump, Keith Kellogg, dijo en febrero que Washington intentaría perturbar los estrechos lazos de Rusia con países como China. Días después, Xi y Putin reafirmaron la “asociación sin límites” de sus países.
(Reporte de Reuters; Edición en español de Javier López de Lérida)