Por Sarah Morland y Harold Isaac
PUERTO PRÍNCIPE (Reuters) – La designación de las principales bandas de Haití como terroristas por parte de Washington podría afianzar aún más su poder al limitar la ayuda financiera y humanitaria, dijeron varias ONG dedicadas al crimen organizado y los derechos humanos.
Estados Unidos designó la semana pasada como grupos terroristas a Viv Ansanm, la alianza armada que controla la mayor parte de la capital, y a Gran Grif, que opera en la región de Artibonite, siguiendo medidas similares tomadas recientemente contra los cárteles de la droga latinoamericanos.
La designación pretende aislar a los grupos, negándoles el acceso a la financiación de personas o empresas estadounidenses.
Analistas de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional dijeron el jueves que la designación podría, sin embargo, “empeorar inadvertidamente la situación sobre el terreno”.
La entidad afirmó que la medida podría amenazar las actividades de algunas ONG que tienen relación con las bandas para hacer llegar ayuda a las comunidades bajo su control, lo que podría hacer a las poblaciones aún más dependientes de los grupos armados.
Las empresas internacionales también podrían abandonar Haití para evitar el riesgo de violar ley estadounidense, añadió.
A principios de esta semana, el Centro de Análisis e Investigación de Derechos Humanos de Haití planteó dudas similares, afirmando que la medida podría perjudicar a las ONG que trabajan con los haitianos más vulnerables en las zonas controladas por las bandas, ya afectadas por la congelación de la financiación de la ayuda estadounidense.
“Si no se toman medidas drásticas y apropiadas para contener la raíz del problema (como) el tráfico de armas desde Estados Unidos y a través de la frontera haitiano-dominicana, los miembros de las bandas, la mayoría de los cuales son víctimas sociales, podrían radicalizarse aún más”, afirmó.
Una alianza de bandas ha estado usando tácticas brutales para aumentar su poder desde el asesinato en 2021 del último presidente de Haití.
Pierre Esperance, que dirige la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos de Haití, dijo en una entrevista el martes que su grupo había considerado durante mucho tiempo a las bandas como terroristas.
“Durante 2024 empezaron a prender fuego a personas que estaban en sus casas, les impedían salir corriendo y las quemaban, continuaron las violaciones, los secuestros (…) Son actos terroristas”, afirmó.
Más de 1.600 personas murieron en violentos enfrentamientos en los tres primeros meses de este año, mientras que más de un millón se encuentran desplazadas, según estimaciones de la ONU.
(Reporte de Sarah Morland en Ciudad de México y Harold Isaac en Puerto Príncipe.; Editado en español por Javier Leira)