Por Kate Abnett
BRUSELAS (Reuters) – El Parlamento Europeo respaldó el jueves los cambios introducidos en el arancel de carbono fronterizo de la Unión Europea, que eximirían del régimen a las empresas que importen menos de 50 toneladas métricas al año de los productos en cuestión.
Los cambios propuestos excluyen a más del 90% de los importadores de lo que será el primer arancel fronterizo sobre el carbono del mundo, o Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés), ahorrándoles una burocracia que requiere mucho tiempo, según ha declarado la Comisión Europea.
No obstante, el régimen no perderá su impacto, ya que el 10% restante de los importadores es responsable de más del 99% de las emisiones asociadas a las importaciones cubiertas por el arancel.
La Comisión propuso los cambios en febrero para sustituir las normas vigentes, en virtud de las cuales todos los particulares o empresas que importen mercancías cubiertas por el CBAM con un valor superior a 150 euros (170 dólares) habrían tenido que pagar la tasa a partir del año que viene.
Las empresas tendrán que comprar permisos para cubrir las emisiones de carbono de la importación de productos como acero, cemento, aluminio y fertilizantes, a partir del año 2026. Los cambios también incluyen el aplazamiento hasta 2027 de la fecha de inicio de la venta de esos permisos.
Tras la votación del jueves en el Parlamento Europeo, está previsto que los países de la UE aprueben su posición sobre los cambios la próxima semana, antes de negociar las normas definitivas con los parlamentarios comunitarios. Se espera que los países también respalden la propuesta de eximir al 90% de las empresas, según dijeron diplomáticos de la UE a Reuters.
El arancel fronterizo sobre el carbono está diseñado para proteger a los productores europeos contra competidores más baratos en países con leyes climáticas menos ambiciosas y evitar que desplacen inversiones al extranjero a países como EEUU, donde el Gobierno del presidente Donald Trump está reduciendo agresivamente la regulación.
El gravamen impondrá una tasa a los bienes importados equivalente a la que pagan las empresas en la UE que, en el marco del mercado de carbono de la UE, ya pagan por cada tonelada de CO2 que emiten.
(1 dólar = 0,8855 euros)
(Información de Kate Abnett; edición de Barbara Lewis; edición en español de María Bayarri Cárdenas)