Por Luis Jaime Acosta
BOGOTÁ, 11 ago (Reuters) -El senador colombiano Miguel Uribe, quien aspiraba a ganar la candidatura de su partido para las elecciones presidenciales del 2026, murió el lunes por las heridas de bala que recibió en la cabeza durante un atentado hace más de dos meses, en el más grave ataque de violencia política en décadas en el país andino.
Uribe, de 39 años y perteneciente al opositor partido Centro Democrático, permanecía en situación crítica en una clínica tras ser atacado por un joven de 15 años que le disparó con una pistola durante un evento político en un barrio de clase media del occidente de Bogotá, el 7 de junio.
“La Fundación Santa Fe de Bogotá lamenta informar que el senador Miguel Uribe Turbay ha fallecido a la 01:56 de la madrugada de hoy”, dijo un comunicado de la clínica en donde fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas para tratar de salvar su vida.
“A pesar de todos los esfuerzos es un triste desenlace por lo cual nos solidarizamos con toda la familia Uribe Turbay en estos momentos de profundo dolor”, agregó la clínica que el fin de semana reportó un deterioro de las condiciones del paciente por una hemorragia en el sistema nervioso central.
El político recibió dos impactos de bala en la cabeza y uno en la pierna izquierda, reveló previamente la Fiscalía General que dirige una investigación para identificar y capturar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.
“Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad. Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”, dijo su esposa en su cuenta de Instagram.
El ataque, grabado en decenas de videos difundidos por redes sociales, conmocionó al país, provocó condenas a nivel nacional e internacional y recordó la época de violencia que sufrió Colombia hace más de tres décadas cuando cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados en ataques separados atribuidos a narcotraficantes aliados con escuadrones paramilitares.
MATARON LA ESPERANZA
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, lamentó la muerte del senador y se comprometió a capturar a los responsables. “No permitiremos que los violentos intimiden o silencien las voces políticas que requiere nuestra democracia, escribió en X.
Las autoridades colombianas ofrecen una recompensa de 3.000 millones de pesos (unos 740.000 dólares) por información que permita identificar y capturar a los responsables del magnicidio. Estados Unidos, Inglaterra y Emiratos Árabes apoyan a Colombia en la investigación.
“El mal todo lo destruye, mataron la esperanza. Que la lucha de Miguel sea luz que ilumine el camino correcto de Colombia”, dijo en su cuenta de X el expresidente Álvaro Uribe, condenado recientemente a 12 años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, lamentó la muerte del político y dijo que su país se solidariza con su familia y el pueblo colombiano “tanto en el duelo como en la exigencia de justicia para los responsables”.
Uribe era un fuerte crítico de la política de paz del presidente izquierdista Gustavo Petro y promovía la libre empresa, así como la recuperación de la seguridad enfrentando con mano dura el narcotráfico y los grupos armados ilegales.
Las autoridades que investigan el atentado no han establecido aún las causas del ataque ni quiénes lo ordenaron.
La fiscal general, Luz Adriana Camargo, reconoció que se analizan diferentes teorías sobre el atentado, que incluyen la intención de desestabilizar al Gobierno.
Un menor de 15 años, acusado de disparar contra el senador, fue aprehendido minutos después del atentado, mientras que durante las investigaciones otras cinco personas fueron capturadas acusadas de haber participado en la logística y organización del asesinato, según la Fiscalía General.
Uribe, casado y padre de un hijo, pertenecía a una destacada familia política.
Su abuelo Julio César Turbay fue presidente entre 1978 y 1982 y su madre, la periodista Diana Turbay, murió en 1991 en un fallido intento de rescate mientras permanecía secuestrada por el Cartel de Medellín que dirigía el narcotraficante Pablo Escobar.
Las campañas para las elecciones presidenciales del 2026 apenas comienzan y Uribe buscaba ganar la candidatura del derechista Centro Democrático.
(Reporte de Luis Jaime Acosta y Nelson Bocanegra)