Tíbet celebra su aniversario con canciones, bailes y recordatorios del régimen comunista

Por Ryan Woo

PEKÍN, 21 ago (Reuters) – Tíbet celebró el jueves su 60º aniversario como región autónoma china con canciones, bailes y un desfile en su capital, Lhasa, en el que miles de personas vitorearon, sosteniendo banderitas rojas, entre pancartas en las que se pedía atender al liderazgo del Partido Comunista.

Los festejos celebrados en una enorme plaza junto al Palacio de Potala, la antigua residencia de invierno del dalái lama, coincidieron con una visita poco habitual del presidente Xi Jinping y una enorme delegación de Pekín que incluía a altos dirigentes del partido y del Gobierno.

En el desfile retransmitido por la televisión nacional china, los participantes enarbolaban pancartas rojas que recordaban lo que Tíbet debía conseguir bajo la dirección de Xi.

“Centrarnos inquebrantablemente en las cuatro tareas principales de garantizar la estabilidad, promover el desarrollo, proteger el entorno ecológico y reforzar la defensa de las fronteras”, se leía en una de las pancartas.

“Adhiéranse a la guía del Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era y apliquen plenamente la estrategia del Partido para gobernar Tíbet en la nueva era”, decía otra.

En septiembre de 1965, seis años después de que el XIV dalái lama huyera al exilio en India tras un levantamiento fallido, el Partido Comunista estableció la Región Autónoma de Tíbet, la quinta y última región autónoma de China tras Mongolia Interior, Sinkiang, Guangxi y Ningxia.

La designación pretende conferir a los grupos étnicos minoritarios, como los tibetanos, mayor poder de decisión en asuntos políticos, incluida la libertad de credo religioso. Sin embargo, grupos de derechos humanos y exiliados han calificado de “opresivo” el Gobierno chino en Tíbet durante décadas, una acusación que Pekín rechaza.

Desde que Xi se convirtió en jefe del Partido Comunista a finales de 2012 y luego en presidente a principios de 2013, China ha ejercido un mayor control institucional en Tíbet: desde exigir que el budismo tibetano se rija por el sistema socialista chino hasta exigir a su pueblo que “siga al partido”. Los periodistas y diplomáticos extranjeros siguen necesitando un permiso especial para pisar Tíbet.

En un clima de críticas extranjeras a su gobierno de Tíbet, China afirma que la vida de los ciudadanos de a pie ha mejorado drásticamente y que sus derechos están bajo la protección del Estado.

De 2012 a 2024, la red de carreteras de Tíbet casi se duplicó hasta alcanzar los 120.000 kilómetros para conectar todas las ciudades y pueblos. Su economía también creció hasta los 276.500 millones de yuanes (39.000 millones de dólares) en 2024, lo que significa que se ha multiplicado por 155 desde 1965, según datos oficiales.

DALÁI LAMA

El control de China sobre el budismo tibetano también se extiende a la elección del próximo dalái lama. El anciano clérigo cumplió 90 años el mes pasado.

Pekín afirmó que tiene la última palabra sobre su sucesor cuando fallezca y rechazó la afirmación del dalái lama de que una institución sin ánimo de lucro creada por él tendría la única autoridad para hacerlo.

China también se opone a todo contacto entre líderes políticos y el dalái lama, alegando que enviaría una señal equivocada a las fuerzas “separatistas”.

Después de que el presidente checo, Petr Pavel, se reuniera con el dalái lama en India en un viaje privado este año, China dijo que “cesaría todo compromiso” con él.

Las imágenes del dalái lama, que Pekín considera un “lobo vestido de monje”, están prohibidas en Tíbet.

(1 dólar = 7,1722 yuanes chinos renminbi)

(Información de Ryan Woo; edición de Stephen Coates; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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