Por Steven Scheer
JERUSALÉN, 9 sep (Reuters) – Israel ordenó el martes la demolición de viviendas en Cisjordania, en los pueblos de origen de dos hombres armados palestinos que atacaron una parada de autobús en Jerusalén, y revocará los permisos de trabajo de cientos de sus compatriotas y familiares.
Los hombres armados, procedentes de las localidades de Qatanna y Qubeiba, al norte de Jerusalén, en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania, abrieron fuego el lunes contra una parada de autobús en las afueras de Jerusalén, matando a seis personas.
En un comunicado, el ministro de Defensa, Israel Katz, dijo que había ordenado que se impusieran sanciones a los familiares de los atacantes y a los residentes de los dos pueblos.
Se demolerían todas las estructuras construidas sin permiso en los dos pueblos y se revocaría el permiso para trabajar en Israel a 750 personas, principal fuente de ingresos de muchas familias palestinas.
Israel afirma que demoler las casas de los familiares de los atacantes y de sus conciudadanos es un elemento disuasorio para futuros ataques. Los palestinos y los grupos de derechos humanos consideran esta práctica una forma de castigo colectivo, prohibida por el derecho internacional.
Los dos hombres armados murieron en el lugar del ataque del lunes. La policía informó de que había detenido a un residente de Jerusalén Este sospechoso de “ayudar a los terroristas a llegar al lugar de los hechos” y seguía buscando a todos los implicados en el atentado.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo que tras el atentado estaba ampliando la lista de comunidades en las que los israelíes pueden recibir licencias para portar armas.
“En el horrible atentado se demostró una vez más que las armas de fuego salvan vidas, cuando dos civiles armados, que habían recibido armas en virtud de la reforma que estamos llevando a cabo, neutralizaron a los (…) terroristas”, dijo.
(Información de Steven Scheer; edición de Peter Graff; editado en español por Patrycja Dobrowolska)