Por Olivia Le Poidevin
GINEBRA, 15 sep (Reuters) – Las bombas de racimo han causado más de 1.200 víctimas civiles en Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, afirmó el lunes un grupo de campaña.
Las bombas de racimo, que pueden causar lesiones graves, han seguido siendo utilizadas por ambos bandos durante el conflicto, en particular por Rusia, causando muertos y heridos entre la población civil, señaló en un nuevo informe el Monitor de Minas Terrestres y Bombas de Racimo.
“Siguen produciéndose ataques contra zonas civiles y edificios residenciales. Los ataques individuales… han matado a decenas de civiles y han dejado cientos de heridos”, dijo Michael Hart, especialista en investigación del Monitor de Bombas de Racimo.
Ni Rusia ni Ucrania forman parte de la convención de 2008 que prohíbe las bombas de racimo, que actualmente cuenta con 112 países miembros.
Las bombas de racimo, disparadas desde tierra o desde aviones, estallan en el aire, esparciendo sobre una amplia zona bombetas más pequeñas.
Los supervivientes suelen sufrir heridas graves por explosiones y quemaduras que pueden requerir atención médica de por vida y los activistas se preocupan en particular por las bombas sin estallar que permanecen en el campo de batalla mucho tiempo después de que finalice un conflicto.
Según el informe, Estados Unidos transfirió bombas de racimo a Ucrania en al menos siete envíos distintos entre julio de 2023 y octubre de 2024, incluidas armas que aparentemente transitaron por Alemania, que es parte de la Convención. No ha habido nuevas transferencias bajo el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, se añadía en el informe.
El Monitor dijo que la retirada de Lituania del tratado en marzo de 2025 “planteó preocupaciones sobre la erosión de las normas de desarme humanitario.” Es el primer país que se retira de la convención.
“Ya hemos visto el impacto que esta decisión ha tenido en el Tratado de Prohibición de Minas, y los Estados deberían ser extremadamente cautelosos ante un efecto dominó más amplio”, dijo Tamar Gabelnick, directora de la Coalición contra las Bombas de Racimo.
Ucrania se unió en junio a varios países que anunciaron su retirada de la Convención de Ottawa sobre minas terrestres, ante lo que consideran crecientes amenazas militares de Rusia.
(Información de Olivia Le Poidevin; edición de Sharon Singleton; edición en español de Paula Villalba)