Trump fija un duro camino para el regreso de la Autoridad Palestina a Gaza

Por Ali Sawafta y Suleiman Al-Khalidi

RAMALA, 1 oct (Reuters) -Expulsada de Gaza hace dos décadas por Hamás, sin dinero y en Cisjordania ocupada por Israel, las esperanzas de la Autoridad Palestina (AP) de dirigir un futuro Estado palestino han parecido sombrías durante mucho tiempo.

Sus perspectivas, sin embargo, parecieron mejorar brevemente el lunes, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un plan para poner fin a la guerra de Gaza que dejaba entrever un futuro papel para la AP y su líder, el presidente Mahmud Abás, de 89 años, que no se ha enfrentado a unas elecciones desde 2005.

Sin embargo, las condiciones establecidas en el plan de 20 puntos de Trump exigen que la AP lleve a cabo difíciles reformas antes de que pueda volver a gobernar Gaza, lo que establece un camino complicado para su regreso al territorio, donde Israel ha dicho que no puede desempeñar ningún papel y donde se enfrenta a la oposición de su viejo rival Hamás.

EL PLAN DE TRUMP CREA “MUCHOS CAMPOS DE MINAS” PARA EL PAPEL DE LA AP, SEGÚN UN ANALISTA

Aunque sus lazos con Washington han fluctuado bruscamente a lo largo de los años, la AP está reconocida por la ONU, la Unión Europea, la Liga Árabe y la mayoría de los países del mundo como representante legítimo del pueblo palestino. Ha sido el principal interlocutor de los esfuerzos internacionales para resolver el conflicto palestino-israelí y acordar una solución de dos Estados.

Sin embargo, Ghassan Khatib, profesor de estudios internacionales y ciencias políticas en la Universidad de Birzeit, en Cisjordania, y exministro de la AP, dijo que el plan de Trump solo dejaba “una posibilidad teórica” para un futuro papel de la AP en Gaza, con “muchos campos de minas y condiciones”.

“Este plan no es bueno para la AP, y no es bueno para las aspiraciones políticas palestinas”, dijo. “Cisjordania y Gaza no serán una unidad integral”.

Hamás aún no se ha pronunciado sobre el plan, que promete el fin inmediato de la guerra que ha devastado Gaza desde que el grupo atacó Israel en 2023, y la liberación de los rehenes que aún retiene.

Desde hace tiempo, la Autoridad se ha posicionado como preparada para tomar el relevo de Hamás en Gaza, intensificando las promesas de reformas desde que el Gobierno del expresidente de EEUU, Biden, lanzó la idea de una AP “revitalizada” que dirigiera una Gaza posbélica.

El plan de Trump prevé que Gaza sea gestionada por un comité palestino apolítico de transición supervisado por un organismo internacional presidido por Trump “hasta el momento” en que la AP haya completado las reformas, incluidas las que los analistas palestinos consideran exigencias políticamente duras establecidas en su plan de paz para 2020.

El plan también desplegaría una fuerza internacional de estabilización que entrenaría y apoyaría a la policía palestina, en consulta con Jordania y Egipto.

La fuerza palestina, que se formaría en Egipto y Jordania, tendría una cadena de mando distinta de la AP, según un alto representante jordano. La financiación y la supervisión se organizarían a través de un mecanismo árabe-islámico, y los salarios no estarían directamente vinculados a la AP.

El Departamento de Estado estadounidense dijo que Washington estaba centrado en poner fin a la guerra de Gaza y al Gobierno de Hamás, liberar a los rehenes y suministrar ayuda vital. La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.

(Información adicional de Tom Perry en Beirut, Steve Holland y Daphne Psaledakis en Washington, Michelle Nichols en Nueva York; redacción de Tom Perry; edición de William Maclean; editado en español por Patrycja Dobrowolska)

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