2 oct (Reuters) -El parqué español arrancaba la sesión del jueves con indecisión, contagiado por el sentimiento de las grandes plazas internacionales, que se debaten entre la parálisis política en Washington y la euforia por los posibles estímulos de la Reserva Federal.
La renta variable se está moviendo en un delicado equilibrio en las últimas sesiones, donde las malas noticias económicas se convierten paradójicamente en el principal combustible para las alzas, al alimentar la esperanza de nuevas bajadas de tipos. Al clima de incertidumbre sobre la economía se sumaba el cierre parcial de la Administración de Estados Unidos desde el miércoles, tras la falta de acuerdo entre los dos grandes partidos.
“Un cierre prolongado de la Administración afectaría negativamente la actividad económica al suponer un deterioro adicional del mercado laboral y dañar la confianza empresarial y del consumidor. Esto daría argumentos a la Fed a favor del recorte de tipos”, dijeron analistas de Bankinter en su canal de Telegram.
La última chispa que reavivó las apuestas de relajación monetaria fue el desastroso informe de empleo privado de ADP, que el miércoles mostró una inesperada caída de 32.000 puestos de trabajo.
Sin el informe oficial de empleo del Gobierno en el horizonte —víctima del cierre en EEUU—, el índice de ADP ha bastado para que parte del mercado financiero descuente dos recortes de tipos de la Reserva Federal (Fed) antes de fin de año, una expectativa que llevó a Wall Street a conquistar nuevos récords.
Sin embargo, el panorama macroeconómico y político presenta numerosas tensiones. El cierre de las agencias públicas en EEUU no solo ha provocado un apagón informativo que deja a los mercados a ciegas —retrasando el crucial informe laboral previsto inicialmente para el viernes—, sino que también se ha convertido en un arma política después de que Trump congelara miles de millones en fondos para estados controlados de la oposición política.
Como factores secundarios, el mercado aparca por ahora sus temores sobre la independencia de la Fed, después de que el Supremo pospusiera su decisión sobre la gobernadora Lisa Cook al menos hasta enero.
Asimismo, se mantiene la vigilancia en el frente comercial, a la espera de la cumbre entre Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, donde la soja, según adelantó el presidente de EEUU, será un tema clave de discusión.
Con la posible cancelación de los datos de paro semanales, la atención macroeconómica del jueves se centrará en el informe privado de despidos de Challenger.
A las 0719 GMT del jueves, el selectivo bursátil español IBEX 35 caía 27,50 puntos, un 0,18%, hasta 15.511,30 puntos, mientras que el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 avanzaba un 0,64%.
En el sector bancario, Santander perdía un 0,43%, BBVA retrocedía un 0,76%, Caixabank cedía un 0,26%, Sabadell caía un 0,70%, Bankinter se revalorizaba un 0,07% y Unicaja Banco perdía un 0,26%.
Entre los grandes valores no financieros, Telefónica retrocedía un 0,87%, Inditex avanzaba un 0,46%, Iberdrola se dejaba un 0,83%, Cellnex caía un 0,24% y la petrolera Repsol perdía un 0,43%.
Destacaba Solaria, como uno de los valores que más subía en la sesión, tras obtener luz verde de las autoridades para la instalación de baterías en un complejo solar.
(Información de Tomás Cobos; editado por Benjamín Mejías Valencia)