QUITO, 4 oct (Reuters) – El gobierno de Ecuador dijo el sábado que revocó la licencia ambiental otorgada a la empresa canadiense DPM Metals <DPM. TO> para el desarrollo del proyecto Minero Loma Larga, un plan aurífero ubicado en una zona ambientalmente sensible.
La decisión se produjo tras una fuerte oposición de los residentes y las autoridades de la provincia de Azuay, donde se encuentra el proyecto Loma Larga. Argumentan que su desarrollo afectaría la reserva de agua de Quimsacocha, lo que plantearía importantes riesgos para la salud de las comunidades locales.
El Ministerio de Ambiente y Energía de Ecuador informó a traves de X que la decisión se adoptó en base a los reportes técnicos presentados por la Municipalidad de Cuenca y la Prefectura del Azuay, competentes en la provisión de agua y en el mantenimiento de sistema de riego en la zona.
DPM Metals, que adquirió el proyecto en el 2021, se había estado preparando para comenzar la construcción de una mina subterránea, que se esperaba que tuviera una vida útil de 12 años.
“El gobierno nacional reafirma su compromiso con los derechos de la naturaleza, la defensa de las fuentes de agua y, bajo el principio de precaución, la protección de la salud y el bienestar de los habitantes de los cuencanos y azuayos”, dijo el ministerio ecuatoriano.
DPM Metals, antes conocida como Dundee Precious Metals, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Se esperaba que el proyecto Minero Loma Larga recibiera inversiones de unos 419 millones de dólares para una producción anual promedio de alrededor de unas 200.000 onzas de oro durante sus primeros cinco años de operación, según DPM Metals.
En agosto, el gobierno ecuatoriano había suspendido las labores relacionadas con el proyecto hasta que DPM Metals publicara un plan de gestión ambiental, a pesar de haberle otorgado una licencia un mes antes de iniciar la construcción.
El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, saludó en un evento público la decisión de revocar la licencia al proyecto minero.
“Ha sido una lucha de décadas”, dijo en un mensaje difundido en sus redes sociales. “Ese proyecto minero lo que buscaba y lo que iba a causar era que en medio de toda la contaminación irreversible para Cuenca, atenten a la cantidad, a la demanda, es decir al agua que normalmente hay y que evidentemente iba a ser mucho menos “, manifestó el alcalde.
En agosto, el gobierno ecuatoriano había suspendido las labores relacionadas con el proyecto hasta que DPM Metals publicara un plan de gestión ambiental, a pesar de haberle otorgado una licencia para iniciar la construcción.
La reserva Quimsacocha, con una extensión de más de 3.200 hectáreas, abarca sistemas de páramos y sus manantiales forman una de las principales reservas hídricas del país sudamericano. La compañía ha garantizado un manejo ambiental eficiente y responsable en la zona sensible.
La población del Azuay han rechazado en las urnas el desarrollo de la minería en sus territorios y han sido beneficiados por decisiones legales para suspender el avance de los proyectos en su jurisdicción.
(Reporte de Alexandra Valencia, editado por Marco Aquino)