8 oct (Reuters) -Un manifestante de 30 años participaba el lunes en una concentración contra la junta gobernante de Myanmar en un día festivo en la región central de Sagaing cuando oyó el característico ruido de las aspas de un ventilador por el aire.
Minutos después, un parapente motorizado, también conocido como paramotor, lanzó explosivos.
“Salí disparado”, dijo el manifestante, que pidió no ser identificado por temor a represalias de la junta.
“Al principio pensé que me habían separado de toda la parte inferior del cuerpo. La toqué y me di cuenta de que las piernas seguían ahí.”
Al menos 20 personas murieron en el ataque de la junta, según el testigo, Amnistía Internacional, el Gobierno de Unidad Nacional en la sombra y un grupo armado de resistencia de la zona.
También es un nuevo caso en que el ejército de Myanmar, bien armado, utiliza paramotores como parte de su creciente armamento aéreo, que incluye aviones y drones, desplegado en una guerra civil en expansión.
Un portavoz de la junta de Myanmar no respondió a las llamadas en busca de comentarios. El ejército ha rechazado anteriormente las acusaciones de que ataca a civiles.
El país del sudeste asiático está sumido en protestas y en una rebelión armada nacional desde 2021, tras la destitución por los militares de un Gobierno civil electo.
(Información de Reuters, edición de Devjyot Ghoshal y Hugh Lawson, edición en español de Jorge Ollero Castela)