10 oct (Reuters) – Miembros del Consejo de Seguridad de la ONU expresaron el viernes su preocupación por la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, con Rusia acusando a Washington de aplicar un principio de “disparar primero” al atacar presuntas lanchas cargadas de drogas.
El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, declaró en una reunión del Consejo de 15 miembros de la ONU que Venezuela tenía motivos para creer que Estados Unidos estaba listo para pasar de las amenazas a la acción en su contra.
Países como Francia, Grecia y Dinamarca, aliados de Estados Unidos, pidieron la desescalada y el diálogo para resolver las tensiones, así como el apego al derecho internacional.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha atacado varias embarcaciones que presuntamente transportaban drogas desde las costas de Venezuela. El representante estadounidense en la reunión de la ONU, John Kelly, afirmó que Washington “no cejará en su empeño por proteger a nuestra nación de los narcotráficantes”.
Los ataques —parte de lo que la administración del presidente Donald Trump ha llamado un conflicto con los cárteles de la droga— han alarmado a los legisladores demócratas y han cuestionado su legalidad a medida que el mandatario estadounidense amplía el alcance del poder presidencial.
Nebenzia afirmó que Rusia condenó los ataques como graves violaciones del derecho internacional y los derechos humanos, y añadió que “las embarcaciones en las que viajaban personas fueron simplemente atacadas a tiros en alta mar sin juicio ni investigación”. Aseguró que esto se hizo “según el principio de ‘disparar primero'”.
“Y ahora se nos pide que creamos retroactivamente que había criminales a bordo”, declaró.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, declaró en la reunión de la ONU que, basándose en el aumento de la presencia militar estadounidense en la región y la “acción y retórica beligerante” de Washington, su país “enfrenta una situación en la que es racional anticipar que, a muy corto plazo, se perpetrará un ataque armado contra Venezuela”.
El embajador de Panamá ante la ONU, Eloy Alfaro de Alba, afirmó que si bien su país reconoce las legítimas preocupaciones sobre el narcotráfico, la piratería y otras actividades ilícitas en aguas regionales, “enfatizamos que, más allá de las respuestas militares, es posible enfrentar este flagelo mediante estrategias coordinadas y sostenibles”.
“Panamá cree que las amenazas transnacionales que enfrenta nuestra región exigen respuestas conjuntas basadas en el respeto al derecho internacional y respaldadas por un compromiso compartido con la paz y la estabilidad en nuestro hemisferio”, afirmó.
París apoyó las iniciativas multilaterales para frenar el narcotráfico y fortalecer los controles fronterizos, declaró el enviado adjunto de Francia ante la ONU, Jay Dharmadhikari, y añadió que esto debe hacerse con respeto al derecho internacional, incluido el derecho internacional de los derechos humanos, y que “en este contexto, los Estados deben abstenerse de cualquier acción armada unilateral”.
(Reporte de David Brunnstrom, Sarah Kinosian y Jasper Ward.)