El mundo lleva retraso respecto a los objetivos de deforestación, según un informe

Por Alexander Villegas

SANTIAGO, 14 oct (Reuters) -El mundo se está quedando muy rezagado con respecto al objetivo mundial de invertir la deforestación antes de 2030, en un momento en que las pérdidas de masa forestal están motivadas en gran medida por la expansión agrícola y los incendios, según la Evaluación de la Declaración Forestal de 2025,

Según el informe, solo en 2024 el mundo perdió de forma permanente 8,1 millones de hectáreas de bosque, una superficie similar a la de Inglaterra, lo que supone un retraso del 63% respecto al objetivo fijado por más de 140 países en la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra de 2021.

La Evaluación de la Declaración Forestal reúne a organizaciones de investigación, grupos de reflexión, organizaciones no gubernamentales y grupos de defensa y ha sido coordinada por la empresa de asesoría Climate Focus.

Los incendios fueron la principal causa de pérdida de bosques, ya que destruyeron 6,73 millones de hectáreas forestales en todo el mundo. La selva amazónica quedó particularmente afectada y liberó casi 800 millones de toneladas métricas de CO2 por incendios en 2024.

“Los años de grandes incendios solían ser atípicos, pero ahora son la norma. Y estos incendios están provocados en gran medida por el ser humano”, explica Erin Matson, autora principal de la Evaluación de la Declaración Forestal. “Están relacionados con el desbroce de tierras, con la sequía inducida por el cambio climático y con una aplicación limitada de la ley”.

En informes anteriores también se constató que los incendios amazónicos provocaron una pérdida de bosques sin precedentes, en la que Brasil lidera la de bosques tropicales y Bolivia registró un aumento de pérdida de bosques del 200% en 2024.

La evaluación forestal mundial de este año también reveló que, de media, el 86% de la deforestación mundial anual de la última década se debió a la agricultura permanente. También se enumeran las minas de oro y carbón como fuentes crecientes de deforestación.

“La demanda de materias primas como la soja, la carne de vacuno, la madera, el carbón y los metales sigue aumentando, pero lo trágico es que no necesitamos destruir los bosques para satisfacer esa demanda”, afirmó Matson, quien añadió que más de 400.000 millones de dólares en subvenciones agrícolas contribuyen a impulsar la deforestación.

“Los incentivos están completamente al revés”, afirmó, y señaló que la financiación pública internacional para la protección y restauración de los bosques solo alcanza un promedio de 5.900 millones de dólares al año. El informe estima que se necesitan entre 117.000 y 299.000 millones de dólares en financiación para alcanzar los objetivos de 2030.

Con la vista puesta en la COP30, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que comenzará en Brasil en noviembre, Matson destaca el Fondo Bosques Tropicales para Siempre propuesto por el país, que pretende recaudar 125.000 millones de dólares en financiación forestal a largo plazo como forma de ayudar a frenar la pérdida de bosques.

El fondo, que estaría financiado por Estados e inversores privados, podría repartir 3.400 millones de dólares al año, de los cuales el 20% iría a parar a las comunidades indígenas y locales.

“De cara a la COP30 de Belém, el éxito de la puesta en marcha del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés) podría empezar a canalizar financiación fiable a largo plazo para mantener los bosques en pie”, afirmó Matson. “Así que mirando el panorama global de la deforestación, está oscuro, pero puede que estemos en la oscuridad anterior al amanecer”.

(Información de Alexander Villegas; edición de Chris Reese; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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