Por Daina Beth Solomon
21 oct (Reuters) – La elección del centrista Rodrigo Paz en Bolivia está despertando tibias esperanzas de que un líder más cercano a los mercados pueda allanar el camino a inversiones internacionales en las amplias reservas de litio del país, tras años de comienzos en falso bajo dos décadas de gobierno socialista.
Bolivia posee los mayores recursos mundiales del metal utilizado en baterías de automóviles eléctricos, pero su desarrollo se ha visto frenado por oposición política y una ley que estipula el control estatal del sector, enfriando el interés general de inversores.
Acuerdos firmados por el presidente saliente, Luis Arce, con empresas respaldadas por los estados de sus aliados China y Rusia fueron bloqueados en el Congreso, y Paz ha dicho que evaluaría directamente eliminarlos, una medida que podría crear nuevas oportunidades, pero también provocar nerviosismo entre los inversores.
Sin duda, la campaña de Paz se centró menos en el litio que en otras prioridades, como mantener las transferencias de efectivo a los pobres, descentralizar el gobierno y el crecimiento impulsado por el sector privado, como parte de un esfuerzo por no alienar a los antiguos partidarios del izquierdista Evo Morales, fundador del partido gobernante MAS.
En ese sentido, Paz también se ha comprometido a no “vender” el vasto salar de Uyuni, famoso por sus deslumbrantes campos de sal blanca, un símbolo muy querido a nivel nacional de la soberanía y el patrimonio indígena de Bolivia.
Paz llamó a la inversión extranjera para la región de Potosí, pero no ha detallado un plan político para los 23 millones de toneladas métricas de recursos de litio de Bolivia.
Diego Von Vacano, experto en Bolivia de la Universidad Texas A&M, dijo que Paz necesita anunciar detalles en los primeros meses de su presidencia para que la comunidad minera global lo tome en serio.
“De lo contrario, los inversores dirán: ‘Bueno, más de lo mismo…’ y Bolivia podría volver a ser vista como un país que ha perdido el tren”, afirmó.
OBSTÁCULOS LEGALES Y RETOS TÉCNICOS
Entre otras cuestiones, Paz debe decidir si modifica una ley que establece que solo el Estado puede extraer litio, lo que ha frenado el interés de los inversores tanto locales como extranjeros. Para cambiarla sería necesario un referéndum constitucional o una reforma. Paz y sus asesores aún no se han pronunciado al respecto.
También existen retos técnicos a la hora de adaptar la tecnología de extracción a la composición exacta de los depósitos de salmuera que contienen el litio de Bolivia.
Los esfuerzos realizados en el pasado con estanques de evaporación tradicionales resultaron ineficaces debido, en parte, a las altas concentraciones naturales de magnesio.
La empresa estatal de litio YLB abrió su primera planta a finales de 2023 y el año pasado generó 15,6 millones de dólares con una producción de 2.000 toneladas del metal, una fracción de escala comercial.
Chile, el segundo mayor productor mundial de litio, produjo casi 300.000 toneladas de litio el año pasado, mientras que Argentina, que ocupa el cuarto lugar a nivel mundial, produjo 70.000 toneladas.
Aunque Bolivia se perdió un pico de precios del litio en 2022, en teoría podría aumentar su producción a tiempo para aprovechar la demanda que se espera que crezca en los próximos años en consonancia con las ventas de vehículos eléctricos.
Las empresas de litio observarán atentamente los primeros pasos de Paz una vez que asuma el cargo el 8 de noviembre.
Su Partido Demócrata Cristiano no tiene mayoría en la legislatura, que ahora estará dominada casi en su totalidad por grupos centristas y de derecha tras la pérdida de escaños del partido gobernante saliente, el MAS. Esto podría contribuir a acelerar la adopción de normas más favorables para los inversores, si no prevalecen las luchas internas.
BUSCANDO ESTABILIDAD
Teague Egan, director ejecutivo de la empresa estadounidense de litio Energy X, que perdió una licitación para un proyecto en Bolivia, dijo que celebraba la postura amistosa de Paz con Estados Unidos, pero que cancelar los acuerdos con Rusia y China podría sentar un mal precedente para lo que podría suceder bajo el mandato del próximo presidente dentro de cinco años.
“Si anula esos contratos, dudaría mucho en volver a Bolivia”, afirmó Egan. Las salinas bolivianas son lo suficientemente grandes como para ofrecer numerosas áreas de exploración, pero proyectos podrían verse afectados por la capacidad limitada del Gobierno para adjudicar contratos y supervisar la producción.
La corporación nuclear estatal rusa Rosatom, que firmó un acuerdo sobre litio con Bolivia en 2023, declaró a Reuters que su proyecto era beneficioso para la economía y las comunidades locales, y afirmó que presionaría para que se llevara a cabo.
El fabricante chino de baterías CATL, que también firmó un importante acuerdo sobre litio con Bolivia en 2023, no respondió a una solicitud de comentarios.
Felipe de Mussy, presidente para Sudamérica de la empresa estadounidense de tecnología de litio Lilac, que perdió una licitación anterior en Bolivia, afirmó que estudiaría nuevas oportunidades si Paz garantizaba una regulación estable y transparencia.
“Con normas más claras y apertura a las nuevas tecnologías, Bolivia podría liberar su enorme potencial en materia de litio”, afirmó.
Bolivia podría ser una buena opción tanto para empresas más pequeñas que desean demostrar su tecnología como para empresas más grandes con respaldo financiero para absorber el riesgo, afirmó el abogado minero chileno Pablo Hamilton, quien tiene como objetivo ayudar a conectar a los inversores extranjeros con oportunidades en el sector energético y del litio en el nuevo gobierno.
Hamilton tiene la esperanza de que la posición centrista de Paz pueda aportar ventajas, en comparación con su rival conservador Jorge “Tuto” Quiroga.
“Aunque no tiene muy claro lo que quiere hacer, se encuentra en una mejor posición para dialogar con personas de ambos lados del espectro político —la derecha y la izquierda— con el fin de aportar más estabilidad a los inversores”, afirmó.
Los analistas también ven una posible oportunidad para Estados Unidos, justo cuando el presidente Donald Trump está intentando aumentar su influencia en minerales críticos, como el litio, para contrarrestar el dominio de China.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, felicitó a Paz y dijo que la administración Trump estaba interesada en la inversión bilateral, sin detallar en qué sectores.
“Tras dos décadas de administraciones equivocadas, la elección de Rodrigo Paz supone una oportunidad de transformación para ambas naciones”, afirmó en un comunicado.
(Reporte de Daina Beth Solomon en Santiago. Reporte adicional de Daniel Ramos y Mónica Machicao en La Paz, Rodrigo Gutiérrez en Tarija, Lucinda Elliott en Montevideo, Anastasia Lyrchikova en Moscú y Amy Lv en Pekín. Editado en español por Maximilian Heath y Walter Bianchi)