FRÁNCFORT, 13 nov (Reuters) -Los mercados financieros están infravalorando los riesgos geopolíticos y casi todos los bancos de la zona euro están expuestos en cierta medida, por lo que debilitar la regulación ahora podría poner en peligro la viabilidad del sector a largo plazo, dijo el jueves la jefa de supervisión del BCE, Claudia Buch.
Las autoridades estadounidenses están trabajando en una serie de iniciativas para aliviar la carga regulatoria de los bancos estadounidenses, entre las que se incluyen la suavización de las normas de capital, la reducción de los exámenes bancarios de supervisión y la adopción de una postura más favorable a las fusiones bancarias.
Buch, sin embargo, se opuso a estas ideas, argumentando que los requisitos de capital no van en detrimento de la rentabilidad y que los bancos deben estar preparados para escenarios difíciles de predecir, sobre todo teniendo en cuenta que la capacidad de respuesta de los países a través del gasto es limitada.
“La capacidad de resistencia generalizada no va en detrimento de la rentabilidad a largo plazo”, dijo Buch en un discurso.
La cuestión clave es que las valoraciones actuales del mercado pueden no estar reflejando con exactitud el riesgo, por lo que existe la posibilidad de una revalorización repentina, y entonces unos niveles de capital más elevados protegerán mejor a los bancos.
“Es posible que las correlaciones tradicionales que vinculan las perturbaciones macroeconómicas y el riesgo de crédito ya no se mantengan”, dijo Buch. “Todo esto indica que los mercados están infravalorando los riesgos geopolíticos”.
En caso de conmociones sistémicas, como la pandemia o el encarecimiento de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, los gobiernos suelen actuar de común acuerdo con los bancos centrales para mitigar los riesgos.
Sin embargo, los niveles de deuda ya son elevados, por lo que no está claro que las autoridades puedan prestar un apoyo similar en futuras crisis, añadió Buch.
Tampoco hay indicios de pérdidas generalizadas ni de restricciones en la oferta de crédito por la limitación de capital de los bancos, por lo que sigue siendo importante mantener unos requisitos de colchón de capital suficientes.
El BCE desempeñará su papel racionalizando las principales actividades de supervisión y evaluando la eficacia de su labor.
No obstante, ninguno de estos cambios debe conducir a una regulación más laxa, argumentó Buch.
“No necesitamos nuevos marcos reguladores, pero sí un compromiso por parte de los legisladores de no debilitar los marcos que tenemos”, añadió Buch.
(Información de Balazs Koranyi; edición de Toby Chopra; edición en español de Jorge Ollero Castela)











