Trump recibirá al príncipe heredero saudí con una oferta de cazas y negocios

Por Steve Holland y Matt Spetalnick y Humeyra Pamuk

WASHINGTON, 18 nov (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desplegará el martes la alfombra roja para el gobernante de facto de Arabia Saudí, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, para una visita que se espera que impulse la venta de aviones de combate F-35 y una serie de acuerdos comerciales con el reino.

Será el primer viaje de Bin Salman, mayormente conocido como MBS, a Estados Unidos desde el asesinato en 2018 del crítico saudí Jamal Khashoggi a manos de agentes saudíes en Estambul, que desató la indignación mundial.

La inteligencia estadounidense concluyó que MBS aprobó la captura o el asesinato de Khashoggi, un destacado crítico. El príncipe heredero negó haber ordenado la operación, pero reconoció su responsabilidad como gobernante de facto del reino.

La calurosa bienvenida que recibirá en Washington es la más reciente señal de que las relaciones se han recuperado de la profunda tensión causada por el asesinato de Khashoggi.

Durante una jornada de diplomacia en la Casa Blanca, MBS mantendrá conversaciones con Trump en el Despacho Oval, almorzará en la Sala del Gabinete y asistirá a una cena formal de etiqueta por la noche.

Trump espera sacar provecho de una promesa de inversión saudí de 600.000 millones de dólares realizada durante su visita al reino en mayo. Un alto cargo de la Casa Blanca dijo a Reuters que se esperan acuerdos entre Estados Unidos y Arabia Saudí en materia de tecnología, fabricación, defensa, etc.

Trump dijo a los periodistas el lunes: “Venderemos” F-35 a Arabia Saudí, que ha solicitado comprar 48 de estos avanzados aviones.

Se trataría de la primera venta estadounidense de estos cazas a Arabia Saudí y supondría un importante cambio de rumbo. El acuerdo podría alterar el equilibrio militar en Oriente Próximo y poner a prueba la definición de Washington de mantener lo que Estados Unidos ha denominado la “ventaja militar cualitativa” de Israel. Hasta ahora, Israel era el único país de Oriente Próximo que disponía del F-35.

Más allá del equipamiento militar, el líder saudí busca garantías de seguridad, acceso a tecnología de inteligencia artificial y avances en un acuerdo sobre un programa nuclear civil.

“Los saudíes gastarán mucho dinero mañana en Estados Unidos”, dijo el lunes a Reuters un alto cargo de la Casa Blanca.

LA VISTA PUESTA EN CHINA

El exnegociador estadounidense en Oriente Próximo Dennis Ross, que ahora trabaja en el Washington Institute for Near East Policy, dijo que Trump quiere desarrollar una relación multifacética que mantenga a Arabia Saudí fuera de la esfera de China.

“El presidente Trump cree que todos estos pasos vinculan cada vez más a los saudíes con nosotros en una serie de cuestiones, que van desde la seguridad hasta el nexo entre finanzas, inteligencia artificial y energía. Quiere que estén vinculados a nosotros en estas cuestiones y no a China”, dijo Ross.

Se espera que Trump presione a MBS para que Arabia Saudí se adhiera a los Acuerdos de Abraham y normalice las relaciones con Israel.

Los saudíes se han mostrado reacios a dar un paso tan importante sin un camino claro hacia la creación de un Estado palestino, un objetivo que se ha visto relegado a un segundo plano mientras la región se enfrenta a la guerra de Gaza.

Trump cerró los Acuerdos de Abraham entre Israel y Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Sudán durante su primer mandato en 2020. En las últimas semanas, Kazajistán ha aceptado unirse.

(Información de Steve Holland, Matt Spetalnick y Humeyra Pamuk; edición de Don Durfee y Cynthia Osterman; edición en español de Jorge Ollero Castela)

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