PEKÍN, 24 nov (Reuters) -China calificó el lunes el plan japonés de desplegar misiles en una isla cercana a Taiwán como un intento deliberado de “crear tensión regional y provocar una confrontación militar”, en plena disputa diplomática entre ambos países.
Las declaraciones, durante la peor crisis diplomática en años, después de que la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, dijo este mes que un hipotético ataque chino a Taiwán -territorio de gobierno democrático- podría desencadenar una respuesta militar de Tokio.
“Las fuerzas de derechas japonesas están llevando a Japón y a la región hacia el desastre”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, en una rueda de prensa. Pekín “está decidida y es capaz de salvaguardar su soberanía territorial nacional”, añadió.
El ministro de Defensa japonés, Shinjiro Koizumi, dijo el domingo que los planes para desplegar una unidad de misiles tierra-aire de medio alcance en una base militar de Yonaguni, una isla situada a unos 110 kilómetros de la costa oriental de Taiwán, “avanzan constantemente”.
“La medida es extremadamente peligrosa y debería suscitar gran preocupación entre los países cercanos y la comunidad internacional”, sobre todo en el contexto de las declaraciones anteriores de Takaichi, dijo Mao el lunes.
China respondió a sus comentarios con duras palabras en los medios estatales, prohibiciones sobre los mariscos japoneses, un parón de los estrenos de películas niponas y una advertencia a los ciudadanos para que no visiten Japón.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Francois Wu, dijo ante los legisladores que Japón, como nación soberana, tiene derecho a tomar las medidas necesarias para proteger la seguridad de su territorio, señalando la proximidad de Yonaguni a Taiwán.
“El refuerzo por parte de Japón de sus instalaciones militares pertinentes es básicamente útil para mantener la seguridad en el estrecho de Taiwán”, agregó. “Así que, por supuesto, esto es útil para nuestros intereses nacionales, ya que Japón no tiene designios territoriales ni hostilidad hacia Taiwán”.
(Reporte de Antoni Slodkowski y redacción en Pekín; reporte adicional de Ben Blanchard en Taipéi; editado en español por Carlos Serrano)











