Por Keren Torres Steven Grattan
EL TOCUYO, 20 dic (Reuters) – Julio Pérez es un mecánico de automóviles de 38 años que vendió sus herramientas para hacer el peligroso viaje de Venezuela a Estados Unidos.
Pero como muchos migrantes en los dos meses desde que Estados Unidos cambió su política de inmigración, optó por abordar un avión de regreso a Venezuela.
El 12 de octubre, Estados Unidos amplió la política existente del Título 42, utilizada desde la pandemia para enviar a migrantes de Centroamérica y otros lugares de regreso a México y otros países sin posibilidad de solicitar asilo, lo que incluyó a los venezolanos.
Pérez, que estuvo sin comer durante dos de los cuatro días de caminata por la selva del Darién, dijo que sueña con volver a intentarlo en avión, pero que sus medios son limitados.
“Por ahora me quedo aquí, para empezar de cero”, agregó.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) dijo a Reuters que la cantidad de venezolanos que cruzaron la frontera suroeste sin autorización se redujo a alrededor de 100 por día en promedio desde los 1.100 por día la semana anterior al anuncio del 12 de octubre.
Reuters habló con nueve inmigrantes que cruzaron el Darién y tuvieron que regresar debido al cambio de política de Estados Unidos, incluido Franklin Sandoval, un joven de 22 años que, al igual que Pérez, proviene de la ciudad de El Tocuyo, en el centro-oeste de Venezuela.
Sandoval caminó a través de rutas fangosas y ríos llenos de desechos, solo para descubrir la noticia de la política del Título 42 después de emerger.
“Recibir esta noticia fue realmente horrible después de todo lo que viví allí en la selva”, dijo Sandoval.
Al recibir la noticia del cambio de política de Estados Unidos, que ha sido criticada por grupos de derechos humanos, Sandoval también decidió reducir sus pérdidas y regresar a Venezuela a través de Panamá.
Desde que regresó, no ha podido encontrar trabajo y señaló que sufre ataques de ansiedad al recordar el viaje. “Cuando sales del Darién, no ríes ni lloras, estás traumatizado”, dijo Sandoval.
La Oficina de Washington para América Latina (WOLA), un grupo de derechos, dice que la medida ha exacerbado una crisis humanitaria existente, señalando a las familias que viajan con niños y la falta de refugios.
Un funcionario mexicano dijo a Reuters que el acuerdo integral que alcanzaron con Estados Unidos sobre los solicitantes de asilo venezolanos había mostrado “buenos resultados” ya que otorgaba acceso humanitario a miles de ellos por vía aérea además de la disposición de expulsión.
La política del Título 42 finalizará el 21 de diciembre, a menos que los desafíos legales retrasen ese plazo, lo que aumentará la confusión para los migrantes.
Al igual que Sandoval, Pérez, quien dice que nunca más intentaría cruzar el Darién, todavía está obsesionado por su viaje de sueños rotos.
“No duermo bien”, dijo Pérez. “Sigo despertando recordando lo que pasamos allí”, agregó.
(Reporte de Keren Torres en El Tocuyo y Steven Grattan en Sao Paulo. Reporte adicional de Ted Hesson y Daina Solomon.)